“Queridos hijos, abrid vuestros corazones a la gracia que Dios os da a través de mí como una flor que se abre a los cálidos rayos del sol. Sed oración y amor para todos aquellos que están lejos de Dios y de Su amor. Yo estoy con vosotros e intercedo por todos vosotros ante mi Hijo Jesús y os amo con un amor inconmensurable. Gracias por haber respondido a mi llamada”.