Queridos hijos, yo amo a esta parroquia y la protejo con mi manto contra cualquier acción de Satanás. Orad para que Satanás se aleje de esta parroquia y de cada uno de los que llegan hasta aquí. Así estaréis en condiciones de escuchar cada llamada de Dios y de responderle con vuestras vidas. Gracias por haber respondido a mi llamada.