Queridos hijos, vengo a vosotros como Madre que, sobre todas las cosas, ama a sus hijos. Hijos míos, también a vosotros deseo enseñaros a amar. Oro por eso. Oro para que en cada prójimo vuestro reconozcáis a mi Hijo. El camino a mi Hijo, que es verdadera paz y amor, pasa a través del amor a todos los que os rodean. Hijos míos, orad y ayunad para que vuestro corazón esté abierto a esta intención mía.