Queridos hijos, hoy en el aniversario del nacimiento de mi Hijo, cuando mi corazón está lleno de una alegría inconmensurable, os invito a todos con amor a la completa apertura y abandono en Dios. Expulsad todas las tinieblas del corazón y dejad que la luz el amor de Dios penetre en vuestros corazones y permanezca para siempre. Sed portadores de la luz de Dios y de su amor a todos los hombres de modo que, en vosotros y por medio de vosotros, todos podáis experimentar la verdadera luz y el verdadero amor que sólo Dios puede dar. Os bendigo con mi bendición maternal.