Babic compartió sus experiencias vividas en Medjugorje y destacó la importancia de la fe y el papel que ocupa la Virgen en su vida: "Vengo a Medjugorje desde 1997 y en una ocasión recibí un inmenso don, el del perdón. Desde entonces comencé a acercarme más a la Virgen y mi vida empezó a cambiar gradualmente. Siempre me marchaba de Medjugorje con una alegría especial en el corazón. Siento la necesidad de darle las gracias a la Virgen por todo lo que ha hecho por mi, independientemente de las victorias o derrotas. Hubiera venido a Medjugorje aunque no hubiéramos ganado la final", declaraba Babic.
Recomendó a los oyentes rezar el Rosario, asistir a la Santa Misa y confesarse con regularidad. Como anécdota, recordar que fue este el entrenador que habló en público sobre Medjugorje en su primera entrevista tras ese partido tan importante contra Polonia. Declaró que la victoria fue un milagro de Medjugorje y le dio las gracias a Jesús por ello. Fue todo un testimonio público de su fe: "Simplemente compartí lo que llevaba en el corazón. Intento vivir los mensajes de la Virgen todo lo que puedo, lo cual no debería ser tan extraordinario. Nosotros los croatas siempre hemos rezado a la Virgen y La hemos querido mucho. La Virgen María está en mi corazón y me ayuda. No fue mi intención hacer especial hincapié sobre este hecho, pero en aquel momento sentí que debía manifestarlo en público. Siempre que vengo a Medjugorje siento el gran amor de Dios, tengo la posibilidad de ir a confesar, de buscar la ayuda de la Gospa y de Jesús para hacerme mejor persona."
Babic también habló sobre el Campeonato Europeo de Balonmano: "Polonia fue una gran experiencia tanto para mí como para mis jugadores. Los jugadores jóvenes demostraron unas cualidades espléndidas. Demostraron su amor por el pueblo croata y por su gente. Llevarnos la medalla de bronce fue un gran premio y un gran estímulo para todos nosotros, independientemente de quien jugase o entrenase el equipo. El equipo ganó en confianza y comprobó que gracias al trabajo bien hecho y a la renuncia se puede lograr un imposible. Siempre he dicho que haber conseguido la medalla es algo sobrenatural, es un milagro de Dios. No sé ni puedo explicar por qué se nos concedió jugar así, ni sé si se volverá a repetir. Tampoco puedo ni quiero pensarlo. Yo, como los demás, soy testigo de que todo aquello fue un milagro."
Babic finalmente añadió que los jugadores se confesaron antes del Campeonato de Europa y recibieron la bendición antes de viajar a Polonia.