Por otra parte, tuvimos la oportunidad de conversar con Olha Slavska -de Ucrania- quien, tras participar en la marcha nos comentaba que era la decimoquinta vez que venía a Medjugorje: "Vine por vez primera en el 2006 y recuerdo que en aquellos momentos estaba atravesando una época personal delicada. Mi familia estaba a punto de romperse y no sabía cómo avanzar. Una amiga me invitó a venir a un seminario dirigido por el P. Jozo Zovko y, a partir de esa experiencia, mi vida cambió radicalmente. Los mensajes de la Gospa empezaron a formar parte de mi día a día: comencé a rezar el Rosario, a leer la Biblia, a ir a misa y a confesarme todos los meses. Comencé a sentir que la Gospa me estaba invitando a venir a Medjugorje todos los años. Este año hemos venido porque queríamos participar en esta Marcha por la Paz. La situación de mi país es complicada; el Este de Ucrania está en guerra. Hemos venido a rezar con los peregrinos de diversas naciones por la paz en nuestros corazones y en el mundo entero."
Fue Hubert Liebherr, peregrino alemán, quien inició esta Marcha por la Paz en 1992. Estaba horrorizado con los acontecimientos tan terribles que reinaban en esta zona a principios de la guerra y decidió, junto con unos amigos, dar paso a esta iniciativa -confiando en las palabras de la Gospa que nos confirman que con el Rosario incluso las guerras se podrían detener.