Queridos amigos,
¡La luz es vida! En la luz vemos. La vida comienza cuando el sol toca la tierra. ¡Sí, la luz da vida! Este toque de fuerza y belleza crea vida.
Sin luz estamos en la tiniebla. ¡La tiniebla nos hace perder porque no sabemos a dónde vamos y nos asusta porque el miedo no puede ver! Por lo tanto, estamos llamados a pasar constantemente de la tiniebla a la luz, del miedo al amor. “Vivir significa cambiar, y ser perfecto significa cambiar a menudo” (J. H. Newman)
De tal modo que el cambio comprende el capítulo final de las fases de la vida. Ese crecimiento es prueba de la magnificencia de la vida. ¡ La Resurrección, la Resurrección de Cristo, que nos ayude a vivir ese camino hacia nuestra propia Resurrección! ¡Sin miedo! Pues en estos días nos damos cuenta más de que no debemos tener miedo de que nuestra vida llegue a su fin, sino vivir sabiendo que tendrá su nuevo comienzo. La Resurrección es realmente el comienzo. Con la fe lo sabemos, con el amor lo vivimos. Ese sentido está en el amor que no tiene miedo. Nunca tiene miedo. ¡Amor Omnia Vincit!
Por lo tanto, la Pascua es nuestra fiesta más personal. La fiesta de nuestro destino que no tiene miedo sino que vive en la esperanza de que la vida siga su camino hacia la resurrección.
¡Feliz y bendecida Pascua de Resurrección!
Fray Jozo Grbeš
Provincial