El párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić, envío un mensaje en vídeo a los participantes de la Conferencia Bilingüe “Reina de la Paz” que se realizó en Miami el 18 y 19 de noviembre.
¡Queridos hermanos y hermanas, queridos amigos de Medjugorje!
Me alegro de poder saludarlos, aunque sea a través del vídeo. Les envío un gran saludo desde Medjugorje, el lugar de oración, que está en el corazón de todos ustedes.
Están en un encuentro de oración estos días. Espero que sientan el aliento de Medjugorje y que oren con corazones gozosos, como lo hacen en sus peregrinaciones a este lugar santo. Están en nuestras oraciones y esperamos que estos encuentros los acerquen aún más unos a otros, pero también al Señor.
A través de María, siempre llegamos a Jesús de forma más segura y sencilla. María es la madre de Jesús. Pero ella también es su discípula, porque creyó incondicionalmente en Dios y siguió a su Hijo hasta la muerte. Incluso después de su muerte, ella permaneció junto a sus discípulos, con la primera Iglesia en oración. También hoy ella está con nosotros en oración.
Ella también es nuestra Madre. Y ella nos invita a todos a orar con el corazón y para que Dios esté en el centro de nuestras vidas. Sólo así una persona puede sentirse feliz y realizada, cuando vive con Dios.
Espero que este encuentro al que asisten les ayude a orar y a buscar al Señor con mayor alegría. Mientras estemos con el Señor, estamos a salvo. Incluso si el mundo entero se derrumba, estamos a salvo, porque Dios está con nosotros.
Por eso les pido que fomenten la oración en sus familias, en sus comunidades parroquiales, para que a través de la oración, su entorno, sus familias, su patria y el mundo entero sean sanados. La Biblia dice que la oración del justo puede hacer mucho. Oren, oren y oren.
Eso es lo que la Virgen María nos invita a hacer. Respondamos a su llamado. ¡Oren! Cumplamos su deseo y seamos sus verdaderos hijos. A todos ustedes les encanta Medjugorje y desean venir aquí. Pero somos conscientes de que este deseo no siempre se puede cumplir. Pero no estén tristes por eso. Recen el rosario en sus familias y comunidades, celebren la Eucaristía y adoren a Jesús en el Santísimo Sacramento.
De esa manera tendrán y vivirán Medjugorje en sus ciudades. Así estaran cerca de la Virgen María y cerca del Señor.
¡Dios los bendiga y les conceda su paz!