“Por medio de la oración, ustedes son
más ricos en la misericordia de Dios.
Del Mensaje, 25 de agosto de 1989
La fiesta y la devoción a la Divina Misericordia deberían animarnos a leer y a poner en práctica las reflexiones de Bula con la que el Papa Francisco convocó a un jubileo extraordinario sobre este tema: “Misericordiae Vultus”, lo cual se traduce como: “El rostro de la misericordia”.
“Misericordiae Vultus” -a semejanza de los mensajes de la Reina de la Paz-, nos ofrece un material valiosísimo para profundizar nuestro proceso de conversión y de crecimiento espiritual, en base al programa de la Misericordia Divina.
Ya antes de esta carta del Papa Francisco, el Papa San Juan Pablo II, había escrito la Carta Encíclica: “Dives in Misericordia” (Rico en Misericordia), que como el mismo título lo anuncia, encara la misma temática.
La insistencia de Jesús, de la Iglesia en general, de los mensajes de la Reina la Paz y del Papa Francisco en particular de alentarnos a conocer, a experimentar y practicar la misericordia, se basa en que este es uno de los principales atributos de Dios, y en que por lo tanto, debe ser una de las virtudes que debería caracterizar a los cristianos.
Además, cuando gustamos en primera persona la misericordia del Señor, esta experiencia le permite al Espíritu de Dios, ayudarnos a:
- Comprender la misericordia que Dios tiene hacia cada uno de nosotros…,
- Qué esta misericordia nos ayude a perdonarnos a nosotros mismos y a los demás…,
- Que seamos sanados de la sensación de indignidad…,
- Que seamos liberados de los complejos de culpabilidad…,
- Que nos convirtamos de la dureza y de la rigidez que nos amarga la vida a nosotros y a quienes nos rodean…;
- Que tengamos más paciencia con nosotros mismos y con las limitaciones propias…,
- Que tengamos más paciencia y tolerancia con las debilidades de quienes rodean…,
- Que rechacemos la tentación de juzgar de pensamiento y hablar mal de los demás…,
- Que seamos liberados del temor a la partida de de esta vida…,
- Que seamos sanados de la desconfianza hacia Dios…,
- Que tengamos una comprensión más profunda de la alegría que nos aguarda en la eternidad…,
¡Que Jesús Misericordioso, quien es modelo de corazón y vida, nos ayude a seguir convirtiéndonos a su amor, para amarnos a nosotros mismos, y a los demás con su mismo corazón!
“Misericordia, esta palabra cambia todo. Es lo mejor que podemos oír: cambia el mundo. Un poco de misericordia hace el mundo menos frío y más justo. Necesitamos entender bien esta misericordia de Dios, este Padre misericordioso, que tiene tanta paciencia…”
Papa Francisco.
Regina Coeli. Plaza San Pedro. 17/03/2013
Padre Gustavo E. Jamut, omv
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