Eran las 16,30 horas de hoy, 18 de marzo de 2024, cuando recibí el primer whatsapp que contenía el mensaje de la Reina de la Paz, dado a Mirjana este año (recordemos, aunque es de general conocimiento, que Mirjana goza anualmente de una Aparición de la Gospa, desde que Ésta le confió el décimo secreto).
He tenido la suerte de, en ese preciso instante, encontrarme ante Jesús Sacramentado en la Capilla de la Adoración Perpetua de Sevilla, en mi hora de turno de Adoración, de los lunes de 16,00 a 17,00 horas.
A esa hora recibo el mensaje en el grupo de coordinadores de la Fundación Centro Medjugorje, concretamente del amigo Sebastián, de Panamá, con el que hemos tenido la suerte de convivir durante el último Congreso Iberoamericano de María Reina de la Paz, celebrado el mes pasado en Colombia. Y, como digo, he tenido la fortuna de poder leer este mensaje delante del Señor, con el rosario en la mano, comenzando la Virgen a decirnos (a decirme) “queridos hijos, yo hoy estoy con ustedes gracias al amor misericordioso de Dios”. Es decir, que por un lado la Virgen me decía que Ella viene a nosotros a darnos un mensaje de amor, y visitarnos en Medjugorje, gracias al amor misericordioso de Su Hijo, y Jesús me estaba diciendo en ese momento (me encontraba en Su presencia) que su amor misericordioso permite que el cielo se abra para que la Virgen baje a la Tierra para mostrarnos la forma de llegar a su Hijo de su propia mano.
Y en esa situación, mirando al Santísimo, continúo leyendo el mensaje de la Gospa que nos invita, con ese amor maternal tan exquisito y adorable, a crecer en el amor, que es unión con Jesús. Cuesta asimilar todo esto, pero la Virgen te auxilia recordándote que el Espíritu Santo (de quien es Ella es la morada por excelencia) te proveerá de los dones necesarios pata que se te abra la mente, la inteligencia, la voluntad.
El amor a Dios nos dará la Gracia necesaria para que vaya creciendo ese amor en nosotros, y nos de la paz imprescindible para ser las manos extendidas de la Virgen María en el mundo y ayudarla en la misión que Dios le ha dado a Ella. La Gracia es, ante todo y principalmente, el don del Espíritu que nos justifica y nos santifica. La gracia es una participación en la vida de Dios. Pero la Gracia comprende también, como antes dijimos, los dones que el Espíritu Santo nos concede para asociarnos a su obra, para hacernos capaces de colaborar en la salvación de los otros y en el crecimiento del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. “Con el amor ayudan a los demás a abrir sus corazones para que conozcan a mi Hijo y lo amen”.
“Hijos míos, si viven el amor, si viven a mi Hijo, tendrán paz y serán felices. En el amor está la victoria”.
La primera obra de la gracia del Espíritu Santo es la conversión. Y la Virgen nos llama a la Conversión. Oración, amor, paz, conversión. Y, como dice Monseñor Aldo, todo es GRACIA.
Y, será o no casualidad (que sabemos que no existe), la Reina de la Paz termina su mensaje dando las gracias.
Mensaje del 18 de marzo de 2024
“Queridos hijos, yo estoy con ustedes gracias al amor misericordioso de Dios. Y por eso, como Madre, los invito a creer en el amor, amor que es unión con mi Hijo. Con el amor ayudan a los demás a abrir sus corazones para que conozcan a mi Hijo y lo amen. Hijos míos, el amor hace que mi Hijo ilumine sus corazones con Su gracia, crezca en ustedes y les dé la paz. Hijos míos, si viven el amor, si viven a mi Hijo, tendrán paz y serán felices. En el amor está la victoria. ¡Les doy las gracias!”