Medjugorje – Virgen de Medjugorje

Fray Danko Perutina: «Radio Mir lleva 28 años transmitiendo las palabras de paz y bendición de Jesús»

“Reunidos en torno al altar de Cristo al celebrar el 28º aniversario de Radio Mir Medjugorje, vamos a orar por todos los colaboradores de la emisora que han fallecidos, por nuestros oyentes difuntos y por todos ustedes que nos siguen fielmente. Radio Mir Medjugorje es uno de los frutos de las apariciones de la Virgen y tiene como misión difundir la paz que nos da Jesucristo, Rey de la Paz.

Pediremos que, por intercesión de la Virgen, la paz llegue a nuestros corazones, a nuestras familias y al mundo entero. De manera especial rezaremos por la paz entre Ucrania y Rusia, así como por la paz en Líbano, Israel y Palestina, y por los cristianos perseguidos en Nigeria”, dijo fray Danko Perutina -presidente del Centro Informativo Mir Medjugorje y párroco de la parroquia de Cristo Rey en Čitluk- al iniciar la celebración eucarística en la iglesia Santiago Apóstol el martes 25 de noviembre, día del 28º aniversario de Radio Mir Medjugorje.

En la concelebración participaron 64 sacerdotes, y el rosario previo a la misa fue dirigido por fray Antonio Primorac. La emisora y el papel del medio radiofónico, así como sus oyentes, fueron también el tema central de la homilía de fray Danko.

“Hermanos y hermanas, Radio Mir Medjugorje lleva ya 28 años transmitiendo las palabras de paz y bendición de Jesús, así como los mensajes de la Virgen, la Reina de la Paz, por todo nuestro país y por el mundo entero. Cada medio de comunicación tiene a la vez una desventaja y una fortaleza. La radio cuenta únicamente con el sentido del oído, que nos ayuda a presentar la Palabra de Dios de manera atractiva; mientras que la televisión utiliza un lenguaje audiovisual. Eso puede parecer una limitación, pero en realidad es un elemento que vuelve a la audiencia mucho más activa que en otros medios. Si la radio, por ejemplo, habla de una flor, es el oyente quien debe imaginar si esa flor es amarilla, azul, blanca o de otro color. Es fruto de su propia interpretación.

Por eso la radio es un medio que impulsa a pensar. El oyente debe reconstruir, a partir del sonido, todo lo que falta. Lo bello es que, mientras la flor que vemos en televisión es igual para todos, la radio ofrece tantas flores distintas como oyentes tenga. Hay aquí una forma de respeto por la diversidad de pensamiento de cada persona, y esto nos permite llegar incluso a quienes nunca han oído el nombre de Jesús ni los mensajes de la Virgen. El uso libre de la radio es expresión de una gran libertad, pues nos recuerda que la comunicación y la información están arraigadas en el ser humano desde sus comienzos”, explicó al inicio de su homilía.

Después habló también de fray Slavko Barbarić -el 25º aniversario de su fallecimiento se había conmemorado el día anterior-, quien fue un colaborador muy activo de Radio Mir Medjugorje. A continuación se refirió al pasaje evangélico en el que Jesús afirma que del templo, del que sus contemporáneos se enorgullecían, no quedará piedra sobre piedra.

“Para la mayoría de los judíos, aquel era un lugar destinado a perdurar. Era el corazón de su fe, el punto de referencia para todo el pueblo, del mismo modo que Roma y la basílica de San Pedro lo son hoy para nosotros los católicos. El comentario de Jesús acerca de la destrucción del Templo debió de sonar terrible, si no blasfemo.

Respecto a estas cosas que contemplan, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra, todo será destruido, dijo el Señor. Y eso sucedió en el año 70, poco después de la muerte de Jesús, cuando el ejército romano hizo realidad su profecía.

Entraron con gran furia, devastaron todo Israel, irrumpieron en Jerusalén, sometieron al pueblo al hambre y destruyeron el Templo. Más de un millón de personas murieron en aquel acto brutal. Los judíos se dispersaron por el mundo y se les prohibió volver a su ciudad santa. Parecía el final, pero un final con Dios nunca es un final. Un final con Dios es un nuevo comienzo, afirmó fray Danko.

Luego continuó explicando el Evangelio, en el que Jesús nos exhorta a no dejarnos engañar y advierte que muchos vendrán en su nombre diciendo que el tiempo está cerca. “Y Jesús tenía razón. En todas las épocas ha habido personas convencidas de que el fin del mundo ocurriría muy pronto: este año, el próximo, dentro de cinco años, en aniversarios significativos, como en el año 2000… y no ha sucedido. ¿Creían los primeros cristianos en un final físico del mundo? Sin duda, muchos pensaban que llegaría pronto. Pero surge la cuestión de la interpretación espiritual del fin del mundo. La enseñanza más profunda sobre el final no se refiere a su destrucción material, sino a cómo tú y yo debemos vivir ahora, hoy.

El acento pasó de esperar un retorno inminente de Jesús a concentrarse en cómo vivir de manera fecunda este tiempo de espera. En algún momento todos compareceremos ante el Señor para rendir cuentas de nuestra vida. Y las lecturas de hoy quieren recordarnos que debemos confiar en el Señor. Si confiamos en Dios, el sol de justicia brillará con sus rayos sanadores. Esto significa que comprendemos que no podemos llevar una vida espiritual fuerte solo con nuestra propia fuerza de voluntad; necesitamos pedir a Dios que nos transforme y nos ayude”, explicó fra Danko.

Subrayó también que debemos estar dispuestos a defender nuestra fe, y morir a nosotros mismos: morir al pecado, a las adicciones, a todo lo que nos aparta de Dios. Nunca hay tiempo que perder. Si necesitamos arrepentirnos de algún pecado, el momento es ahora.

La caída de Jerusalén no marcó el inicio de los últimos tiempos, sino un nuevo comienzo en la obra de la salvación. Es el tiempo de los gentiles, el tiempo de la misión entre ellos. Dios no quiere ofrecer la salvación solamente al pueblo elegido, solamente a Jerusalén, sino a todos los pueblos del mundo. Con ello, el evangelista ayuda a la primera Iglesia a no desesperar ante las calamidades asociadas a la destrucción de Jerusalén, sino a difundir la Buena Noticia a todos los pueblos”, concluyó fray Danko Perutina.

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