Medjugorje – Virgen de Medjugorje

Esta noche Marija e Ivan oraron juntos por la paz

Con la presencia del vidente Ivan Dragičević, que asistió con su esposa y uno de sus hijos, junto a Marija Pavlović-Lunetti, se vivió en Medjugorje, en la Colina de las Apariciones, el octavo día de la Novena por la Paz en el mundo.

Marija saludó a los miles de presentes que se dieron cita junto a la imagen de la Gospa y dijo: “Bienvenidos todos. Hoy es el octavo día de la Novena orando por la paz, así como la Gospa lo ha pedido. Por favor no hagan fotos, apaguen los teléfonos, sentémonos, pongámonos de rodillas, abramos nuestros corazones y preparémonos para orar por las intenciones de la Gospa”.

Como cada día, antes del comienzo de la oración se rezó en varios idiomas el mensaje del 26 de junio de 1981: “Paz, paz, paz, solamente la paz. La paz debe reinar entre el hombre y Dios y entre los hombres”.

Ivan guió la oración en este día de la novena, y comenzó él rezando el primer Misterio Gozoso en croata. Entre el primer y segundo Rosario, como cada día, se oró en varios idiomas también la oración por la paz de San Francisco de Asís.

Se leyó entre los Misterios Dolorosos y Gloriosos el mensaje de la Virgen María, que dio en Medjugorje el 25 de agosto de 2020:

“Queridos hijos: este es un tiempo de gracia. Estoy con ustedes y los llamo nuevamente, hijitos: regresen a Dios y a la oración hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes. Hijitos, no tienen futuro ni paz mientras en su vida no inicie la conversión personal y un cambio hacia el bien. El mal cesará y la paz reinará en sus corazones y en el mundo. Por eso, hijitos, oren, oren, oren. Estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo Jesús por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”.

Al culminar el último Rosario se rezó la oración Bajo tu amparo en diferentes idiomas:

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita. Amén.

Después de la aparición en la que estuvieron juntos los dos videntes, Marija dijo:

“Esta noche, al momento de la Aparición, cuando la Virgen vino, le presentamos a la Gospa a todos nosotros, todas nuestras intenciones y todo lo que tenemos en el corazón. La Virgen oró largamente por la paz en su idioma materno. Nos bendijo a todos nosotros y se fue en la paz, al Cielo”.

Antes de descender del Podbrdo, la vidente dijo: “Pongámonos todos de rodillas para recibir la bendición” y después los sacerdotes presentes bendijeron a todos los presentes, y agregó Marija: “Como les dije ayer, vayamos a casa cantando. Nos vemos mañana a la misma hora en el mismo lugar. Buenas noches”, culminando así la jornada del octavo día.

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