Franciscanos de la provincia de San Casimiro de Lituania vinieron a Medjugorje a pasar seis días de retiro espiritual, llevado a cabo por el padre Miljenko Steko. Su Padre Provincial, Astijus Kungys estubo con ellos en la que ha sido su primera visita a Medjugorje. En la entrevista en Radio Mir de Medjugorje dijeron cómo llegaron a orar y pedir a la Santísima Virgen María que interceda y los guíe durante las elecciones en su provincia, que tendrán lugar el próximo mes de enero.
“El cristianismo comenzó con la Santísima Virgen, cuando ella dio su Fiat, a través del Espíritu Santo y por medio del Sí de María, Jesús nació. Es por eso que queríamos venir a nuestra Madre, para aprender de ella a ser humildes y abiertos al Espíritu de Dios, ¿cómo saber decir el propio Fiat diariamente? ¡Que él haga conmigo conforme a su voluntad! Otra razón por la que queríamos venir aquí es por el trabajo de los franciscanos en esta parroquia y porque queríamos conocer su experiencia. Lo que encontramos aquí es tan sencillo – oraciones tradicionales: Adoración, Vía Crucis, Rosario, Letanías. ¡Es maravilloso ser sencillo!”, dijo el Padre Astijus Kungys.
Podían ver cuántas personas están buscando milagros en Medjugorje, y cuando ellos no ven ningún milagro, llegan a la iglesia, donde los franciscanos rezan el Rosario y celebran la Santa Misa con la comunidad. Al empezar a rezar con la comunidad, el milagro tiene lugar en ellos. El milagro comienza con la oración – subrayó el Provincial de Lituania. “Lo importante es estar en unión con Dios, sin la oración, no se puede sentir a Dios en tu vida. En la iglesia de Medjugorje vi auténtica comunidad – Dios y el pueblo está unido, unidos a través de la oración. Medjugorje es un lugar sagrado para mí, porque es un lugar de oración. Mi corazón se llena de gracia porque he descubierto que la vida verdadera, el agua viva la recibo a través de las cosas sencillas”.
Sus ejercicios espirituales terminaron el Domingo, 11 de noviembre 2012 y los franciscanos volvieron a Lituania en autobús, completamente reforzados en sus espíritus.