Juega como croata, y de hecho este domingo podrá convertirse, por segundo año consecutivo, en el campeón del Torneo de Zagreb, donde reside, si derrota al alemán Michael Berrer. Pero en realidad Cilic nació en Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina, aunque su familia es croata, y cuando tuvo que elegir nacionalidad eligió ésta.
Sin embargo, conserva una querencia por su pueblo natal que va más allá de lo geográfico. Marin es un firme creyente en las supuestas apariciones de Medjugorje, y no se corta al manifestarlo. En unas recientes declaraciones a La Stampa se confesaba católico, y afirmaba estar convencido de que es la Virgen quien se muestra a los videntes de su lugar natal.
«Por supuesto que sí», responde cuando se le interroga al respecto: «Incluso he hablado con las personas a quienes se les ha aparecido. Son personas puras de corazón. Si les conoces, comprendes que los milagros pueden suceder».