El Papa León XIV dirigió por primera vez en su pontificado el rezo del Regina Coeli y lo hizo en latín. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, y en el día donde en toda la Iglesia celebramos el domingo del Buen Pastor, alentó a los miles de jóvenes presentes diciéndoles: «¡No tengan miedo!»
En el Regina Coeli, encomendó el cese de las guerras del mundo, la liberación de rehenes y la unión de los niños con su familias en la zona de la franja de Gaza, todos los conflictos armados del mundo: “confío a la Reina de la Paz este llamamiento para que sea Ella la que lo presente al Señor Jesús para obtener el milagro de la paz”.