15 de enero de 2012
En la tarde del domingo, 15 de enero, tuvimos la oportunidad de escuchar al matrimonio canadiense formado por Patrick y Nancy, dentro del recorrido que han llevado a cabo por distintas ciudades de España ( Neguri, Madrid, Sevilla y Valencia ), para ofrecernos su testimonio de conversión.
La visita, no sólo en Barcelona sino en cada uno de los lugares por los que han pasado, se puede calificar de todo un éxito, éxito que ni ellos mismos podían imaginar. Prácticamente, todas las iglesias se quedaron pequeñas…
Antes de empezar, el rezo del Santo Rosario y las canciones, maravillosamente interpretadas, prepararon nuestros corazones para recibir el testimonio de Patrick y Nancy quienes fueron presentados, ante la abarrotada iglesia de Santa María de Gracia, por el responsable de la Fundación Centro Medjugorje en Cataluña, Oriol Vives, así como por su presidente en España, Santiago Fusté, quien ha hecho posible, tras largas gestiones, que podamos contar con este matrimonio formado por Patrick, ex millonario y acaudalado hombre de negocios y Nancy, la tercera de sus mujeres, abogada de origen croata.
Ambos, desde hace años, siembran con sus palabras un recorrido espiritual lleno de frutos pues de su testimonio han surgido diversas vocaciones sacerdotales y religiosas así como numerosas conversiones.
Primero habló Nancy, quien nos encandiló con su dulzura y nos dibujó, de forma sucinta, su pasado en común. Bosquejó cómo era la vida junto a su marido y nos describió, cómo es el mundo cuando el único dios es el dinero, cómo es perder a los hijos por culpa del alcohol, las drogas y las mujeres y cómo es, en definitiva, el mundo sin Dios. Pero también nos relató cómo por medio de un libro con los mensajes de María, la Virgen extendió sus manos hacia ellos, del mismo modo que ahora ellos las extienden con su ejemplo hacia nosotros, simplemente para que nos demos cuenta que este tiempo en la tierra es un tiempo precioso de conversión puesto que “¡nuestros segundos están contados!”.
Posteriormente, Patrick, con una arrolladora simpatía se hizo con todos nosotros y, al más puro estilo americano, escenificó con la mejor de las sonrisas el mundo oscuro que fue su vida, transformada “súbitamente” al leer, casi de forma accidental, un único mensaje de la Virgen llamando a la conversión. El impacto fue brutal, hasta el punto de iniciar un cambio radical, que le lleva a tener como principal objetivo vivir en Medjugorje, sin saber ni dónde estaba… únicamente por darse el gusto de “¡ser el vecino de la Virgen!”. Vendió todo y se trasladó con su inseparable y, por entonces, asombrada Nancy, a ese rincón del mundo donde la Tierra toca el Cielo…
Tras meditar sobre el significado fundamental de la palabra “conciencia”, destacaron el valor del sacramento de la reconciliación que, mediante las manos absolutorias del sacerdote, les permitió que toda una vida moralmente corrompida fuera perdonada por Dios ¡¡¡en un solo instante!!! , como nos voceaba literalmente Patrick. En segundo lugar, insistieron en el valor del Santo Rosario en familia, pues gracias a su rezo diario han logrado recuperar a sus hijos que, a imitación del padre, llevaban una vida de pecado y ausencia de Dios. Por eso no se cansan de repetir: “el rezo del Rosario ha salvado a nuestra familia”. Señalaron, además, que la oración y el ayuno, a pesar de las cruces, son garantías de paz y alegría y nos permiten mirar al futuro sin temor y recordaron las palabras de María en Medjugorje: “con el ayuno hasta las guerras se pueden parar”.
Después de escuchar sus palabras, conmovedoras e impactantes, tuvo lugar la Santa Misa, concelebrada por ocho sacerdotes. Durante la homilía, el padre Salvador Juanola hizo referencia al Dios que nos habla en sueños, a ese Dios Padre que viene a “despertarnos” tal y como se contempla tantas veces a lo largo de las Sagradas Escrituras, para rescatarnos de nuestra indiferencia, de nuestro conformismo, en definitiva, para rescatarnos de nosotros mismos.
La música interpretada en Santa María durante la Santa Misa así como en el resto de las diferentes celebraciones fue tan bella y medjugoriana que emocionó a Patrick y a Nancy.
Para terminar, tuvimos el privilegio, junto al padre Ignasi Condal, de postrarnos ante el Santísimo, al que dimos gracias por el testimonio sobrecogedor que acabábamos de escuchar, ante él pedimos y nos acordamos por todos los que sufren y pudimos contemplar y alabar al Señor recorriendo las naves de la iglesia, inundándonos de PAZ.
Patrick y Nancy abandonaron España, rumbo a Medjugorje junto a una de sus “hijas espirituales”, Suzzane, al día siguiente, los tres lloraban de emoción incontenible. Nosotros también.