Medjugorje – Virgen de Medjugorje

Comenzó en Madrid el XV Congreso Iberoamericano de la Reina de la Paz

En horas la mañana, mientras los participantes del congreso iban llegando a la Casa San José de El Escorial, culminaba el VII Retiro Internacional de Sacerdotes con la conferencia que brindó fray Zvonimir Pavičić, en la que habló sobre “La espiritualidad de Medjugorje en el ministerio sacerdotal”, seguida de la Adoración a Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.

Les habló y compartió cosas de su testimonio, de sus vivencias como sacerdote, con mucho amor y alegría, lo cual tocó en su corazón a los 19 sacerdotes participantes, llegando algunos de ellos a emocionarse y derramar lágrimas. Al culminar la conferencia, se quedaron haciéndoles muchas preguntas y no querían que se fuese tan pronto.

En horas del mediodía tuvo lugar la reunión de trabajo y planificación del Patronato de la Fundación Centro Medjugorje con el presidente del Centro Informativo Mir Medjugorje, fray Danko Perutina, a su director, Vedran Vidović, y del párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić.

A las 17 horas, con la tradicional ceremonía de banderas de los países de habla hispana, comenzó el XV Congreso Iberoamericano de la Reina de la Paz en El Escorial. La presentación estuvo a cargo del preseidente de la FCM, Oriol Vives y del vicepresidente, L. Miguel Onieva.

Con la sala de conferencias casi repleta, en un clima de hermandad, y con el acompañamiento musical del P. Diego Gonzalez y de Yamid Cruz, luego de las palabras de bienvenidas, fueron pasando uno a uno los países participantes del congreso, con sus banderas y compartiendo unas breves palabras. Sobre el final, Oriol Vives mencionó y pidió que se ore por Bolivia, Bonaire, Brasil, Ecuador y Panamá, que por diferentes contratiempos no pudieron viajar a Madrid.

A continuación siguió el rezo del Rosario y la santa Misa, la cual estuvo presidida por el P. Agustín Giménez, en concelebración con Mons. Ignacio Gogorza, obispo emérito de Paraguay, fray Danko Perutina y fray Zvonimir Pavičić, párroco de Medjugorje, junto a 16 sacerdotes más, llegados de 10 países diferentes.

“Los hermanos hispanohablantes es importante que nos hablemos todos y estemos todos aquí reunidos en este congreso”, dijo el P. Agustín al comenzar su homilia.

Hablando del Evangelio que se había leido unos momentos antes, hizo un paralelismo con Medjugorje: “Lo que está sucediendo desde 1981 en un pueblito, Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina. Muchos se preguntan como en un sitio tan pequeño, y como a través de unos niños, ahora ya adultos, Dios puede realizar un plan de salvación. Lo mismo que los de Nazareth se preguntaban, que como a traves de Jesús podía Dios obrar. Es que hay demasiadas evidencias de que, Dios por María, quiere traer salvación. En este congreso, Dios quiere seguir trayendo salvación  y quiere contar con nosotros. Tenemos fe y tenemos esperanza en que la salvación que Dios nos va a traer es apabullante, inconcebible para nuestras pobres mentes. ¿Podían los apóstoles imaginarse lo que iba a pasar cuando llegó el misterio Pascual? Algo parecido nos sucede que no podemos imaginar aunque la Virgen nos anuncie la gran salvación que va a traer al mundo. Ya la està trayendo y cuneta con nosotros”, culminando su homilía pidiendo a Dios que nos envíe su Espíritu Santo para iluminarnos en este camino que la Virgen nos invita a recorrer desde Medjugorje.

El primer día del XV Congreso Iberoamericano culminó con la conferencia del P. Diego González, en la cual habló sobre “La Reina de la Paz, Madre de la Misericordia”.

“Mariá Reina de la Paz, Madre de la Misericordia. Y es que para poder vivir la virtud de la Esperanza, en esta año Jubilar y de la mano de María, es necesario también recordar cuales son nuestras esperanzas. ¿Qué es lo que nosotros esperamos de Dios? Los anhelos del corazón son esperanza. Y una de las cosas que nosotros más anhelamos es lo que llamamos ‘Misericordia’. El Papa Francisco explica muy bien lo que es la misericordia, es dar el corazón al miserable, eso significa misericordia. Y ese miserable no se lo merece. Uno puede ser generoso con alguién que no tiene, ¿pero podríamos ser generosos con el que ni siquiera se lo merece? ¿Quién de nosotros es merecedor de la salvación? La misma Reina de la Paz nos dice que no hay nadie en la faz de la tierra que no necesite confesarse por lo menos una vez al mes. La misericordia se convierte en el mayor atributo de Dios, de como Jesús es, precisamente, el rostro del Padre Misericordioso”, reflexionó el P. Agustín, que después de hablar sobre la misericordia continuó reflexionando sobre María, como Madre de la Misericordia.

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