En todo el mundo se ha celebrado este tiempo de gracia que vivimos, de la presencia de María en la Tierra. En el continente americano y en España se realizaron jornadas de oración, se han hecho procesiones con la imagen de la Reina de la Paz por las ciudades, pueblos y santuarios. Horas y horas de Adoración Eucarística y del rezo del santo rosario. Muchos de estos países organizaron diferentes momentos donde se impartía el sacramento de la reconciliación. No ha faltado el ayuno preparando el corazón para los festejos y, sobre todo, las celebraciones de la santa Misa.
La acción de gracias a Dios, el bendecirlo, cantarle y alabarlo ha sido una constante en todos los países que nos han hecho llegar las imágenes de lo que han vivido. Cada momento festivo ponía de manifiesto la alegría y el regocijo de ser hijos de María, reflejando el amor que el pueblo iberoamericano tiene por la Reina de la Paz, nuestra Madre del Cielo.
Desde la solemne Eucaristía en San José, y la oración del grupo de Liberia Guanacaste, en Costa Rica, pasando por el Santuario de Nuestra Señora de Cotoca, en Santa Cruz y Portachuelo, Bolivia, en Perú, en Uruguay, en Chile y en Villa Gospa, España. Se festejó en El Salvador, en Río de Janeiro y San Pablo en Brasil, en México con Adoración Eucarística, Misas y rosarios por la paz, llevando la imagen de la Virgen María en procesión. Los hermanos de Paraguay y los de Curazao también adoraron a Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. En Maracaibo, Venezuela, con el grupo de oración de niños “Amigos de Jesús y María”. En Honduras en la isla de Roatán, y hablando a través de los medios de comunicación en Suyapa sobre la celebración del 41º Aniversario. En el “Hogar María Reina de la Paz”, en la iglesia de Santiago Apóstol y Esteli en Nicaragua, donde se les enseñó a los niños la historia de nuestra Madre. En Argentina compartieron la oración por la paz en el mundo. Puerto Rico lleva ya 26 años celebrando la fiesta del aniversario, pidiendo que la Gospa siga derramando bendiciones en el mundo entero. Y en tantos otros países del continente americano donde el amor a la Reina de la Paz sigue creciendo día a día, como así pudimos palparlo en el Congreso Virtual Iberoamericano en 2021, dónde los frutos, que desde Medjugorje se han derramado y se derraman, son innumerables.