El martes, 16 de marzo de 2010, se cumplen 76 años desde la construcción de la cruz en Krizevac y la celebración de la primera Santa Misa bajo esa misma cruz. Desde el día que se tomó la iniciativa de construir la cruz, el 2 de enero de 1934, con ocasión del año jubilar de Nuestro Salvador, que a los parroquianos presentó el párroco de entonces fray Bernardin Smoljan, hasta la finalización de las obras pasaron solamente 52 días. El borrador de esta cruz monumental lo hizo el ingeniero Simun Boras de Mostar, y la realización Ante Dugandzic-Redzo de Medjugorje.El párroco, en su informe, entre otras cosas, escribió: «El día 16 de marzo a las 9 horas salió de la iglesia una grandiosa procesión, en la que participaron terciarios bajo la bandera de la hermandad del Nombre de Jesús, los niños escolares, los sacerdotes y el pueblo numeroso. Al son de las campanas ininterrumpido, disparos, oración del Santo Rosario y el canto de las letanías y el Llanto de la Virgen se movía la larga procesión hacia el monte cuya cima no se veía de la multitud que la cubría y que observaba como la gente afluía de todas las partes y la subida de la procesión cuesta arriba por el monte. (…) A las 10 horas empezaron los ritos sagrados. Di un discurso al pueblo para la ocasión, leí la carta del reverendísimo obispo y otros saludos y felicitaciones. A continuación hice la bendición solemne de la santa Cruz y con la resonada aprobación del pueblo cambié el nombre Sipovac en Krizevac. Después de la bendición, el párroco de Studenci, padre Grgo Vasilj, celebró la Santa Misa y dijo la homilia».
Al año siguiente, el 12 de abril, se organizo una procesión penitenciaria en el Krizevac, después de la cual fue celebrada la Santa Misa. En septiembre de 1935, en Krizevac, se celebró la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, de acuerdo con la decisión del obispo local, fray Alojzije Misic. En las últimas tres decadas, Krizevac se ha convertido en una estación inevitable de peregrinación de muchos que peregrinan a Medjugorje, y cada viernes por la tarde, en Krizevac, los parroquianos y los peregrinos rezan la devoción del Via Crucis.