Medjugorje – Virgen de Medjugorje

Adriana Bezanilla, cantautora de ‘María mírame’, visitó Medjugorje

El pasado 6 de septiembre llegó a Medjugorje, peregrinando por primera vez, y junto a su esposo Rafael, la cantautora chilena, Adriana Bezanilla, integrante del conocido grupo católico Betsaida que se fundó en 1990.

Adriana tiene 62 años y nació en Chile, siendo “la número siete” de una familia numerosa, como nos contaba. Con Rafael tienen una gran familia, con cinco hijos en la tierra, y otros tres que ya están en el cielo, además de diecisiete nietos. Adriana se definió a ella misma como “una agradecida y una enamorada de la Virgen María”. La que le ha inspirado su vocación, la que la ha buscado, amado y ayudado a llevar adelante todo. “Lo que hemos hecho con el grupo Betsaida, la composición de música religiosa, lo hemos hecho en nombre de Ella, de la Virgen María”.

En Medjugorje, Rafael y Adriana estuvieron un día y visitaron la Colina de las Apariciones donde rezaron el rosario y oraron en silencio junto a la imagen de la Virgen. También recorrieron la parroquia con el guía local y participaron del programa vespertino de oración.

Adriana nos habló de su apostolado con la música junto al grupo Betsaida, de su familia, de su vida, y de cómo había nacido la hermosa y tan popular canción católica ‘María mírame’.

Adriana, ¿cómo surgió el peregrinar a Medjugorje? ¿Quién los invitó?

Una prima de mi marido, que se llama Margarita, ella viene todos los años, es una enamorada de Medjugorje. Me decía: “No puedo creer que tu no has ido. Es algo que está sucediendo, que no sucedió hace cien años, es algo que está sucediendo ahora. Es un capital de gracia, una chimenea de oraciones y la Virgen está ahí”.

Ahora, me costó un poco convencer a mi marido Rafael (sonríe), pero lo logramos y estoy demasiado feliz de haber venido y con toda la intención del mundo de volver a este milagro vivo.

¿El grupo Betsaida cómo nació? ¿Qué hacen actualmente?

Es un grupo de laicos que se formó a raíz de la visita del Papa Juan Pablo II a Chile, donde decidimos juntarnos y hacer un apostolado aprovechando los medios de comunicación. Es decir, lo que es la radio, televisión, videos y música. Así hemos grabado muchísimo, bueno, ahora software y también muchos libros, mucho material audiovisual. Todo ese material está en la página web de Betsaida. Está todo el material, las partituras, para los instrumentos, para las voces, todo… Ahí hay 13 discos y un musical que se llama “Mariposas”. Hicimos como una especie de ‘El rey león’ pero católico, con valores.

Está todo disponible en todas las plataformas, en Deezer, YouTube, Spotify, es todo gratuito y se puede usar para tocar en sus parroquias o comunidades.

¿Cómo sucedió que empezaste a componer canciones religiosas como apostolado?

Todo comenzó porque yo trabajaba en política, soy periodista política, y cuando vino el Papa y dijo que ‘los pobres no pueden esperar’, algo me golpeó y dije: “tengo que hacer algo”. Dejé una mañana para ir a trabajar con pequeñas emprendedoras en los alrededores de Santiago, en barrios pobres. Y yo me daba cuenta que les preparaba todo un material, pero lo que más les llegaba, era la canción que les cantaba. Y al final empecé a hacer canciones para poder hacer apostolado, enseñarles. Por ejemplo, ¿cómo les enseñaba el misterio de la Transubstanciación? Que el Señor está en cuerpo, sangre, alma y divinidad, dice la canción: “Cada vez que te recibo, Señor, algo grande pasa en mí…”. Y así, entonces lo ocupamos como medio de evangelización, hasta que un sacerdote nos dijo ‘¿por qué no graban este material que está?’ y así salió Betsaida 1, Betsaida 2, 3, 4, 5…

¿Qué es lo último que Betsaida ha realizado?

Lo último que hicimos fue el musical que te decía antes, que también está como podcast en nueve capítulos, como un radioteatro. Con el cual estuvimos de gira por todo Chile, fue muy lindo.

Y María mírame… ¿surge también de estas catequesis que hacían en los barrios?

Exactamente, de estas catequesis en los barrios de Santiago. Nosotros tenemos dos santos en Chile. El padre san Alberto Hurtado y santa Teresa de los Andes. María mírame tiene muchos elementos tomados de una oración del padre Alberto Hurtado, que decía: “María mírame, que, si tú me miras, Él me mirara”. Está inspirada en una oración del padre san Alberto Hurtado.

¿Cómo fue tu vivencia en Medjugorje?

Superó todas mis expectativas, fue algo muy fuerte lo que sentí, especialmente anoche en la Misa, en las confesiones, en la veneración de la cruz. El silencio, la devoción de la gente, era algo muy sobrenatural lo que estaba pasando. La verdad, no lo había vivido en ningún lugar.  Creo que de verdad aquí hay una fuerza muy grande, que va a cambiar muchas cosas, va a hacer mucho.

¿Qué fruto espiritual te llevas de Medjugorje, que puede ser distinto después de esta experiencia?

¡Oh, quiero hacer todo! (sonríe). Es algo que es parte de mi personalidad, quiero hacer todo. Ahí, la Madre y mi director espiritual, me irán orientando de cuánto y cómo hacerlo, pero… ahora lo quiero todo. Una entrega total. Y que mis hijos, mis nietos, sean unos enamorados de la Santísima Virgen y de Jesucristo, y que vivan para irse al Cielo, la única herencia que me importa.

Adriana se despidió agradeciendo de corazón a Dios, también a la Gospa, por todo lo vivido en su primera peregrinación a este lugar santo: “¡Gracias, gracias, gracias! ¡Por todo, por todos los testimonios, por el fervor, por la fe, por la ayuda… gracias al Señor porque tuve la oportunidad, la gracia de venir acá, a Medjugorje!”.

Es bueno culminar esta noticia con lo que dice en la página web de Betsaida y con el video de “María mírame”, así podremos todos cantar y pedirle a la Reina de la Paz que nos mire, así Jesús también lo hará, como oraba san Alberto Hurtado.

“Felipe era de Betsaida, el pueblo de Andrés y de Pedro”. (Juan 1:44)

Betsaida es un lugar al norte del Lago de Galilea, donde Jesús pasó gran parte de su vida pública. Allí conquistó varios de sus apóstoles, predicó e hizo varios milagros. Dos mil años después, un grupo de laicos chilenos se reúne bajo este mismo nombre, con la intención de componer y cantar música religiosa, siendo ésta su opción de apostolado.

Siguiendo el llamado del Santo Padre a que los laicos aprovechen los avances tecnológicos para la evangelización, se embarcan en variados proyectos: discos, video clips, programas radiales, podcast y material infantil.

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