P. Francisco á. Verar
En respuesta a numerosas consultas que nos han llegado, deseamos aclarar que el siguiente mensaje atribuido a la Virgen María por medio de Iván Dragicevic es del todo falso:
“La guerra en el Oriente Medio se convertirá en serio y se extenderá por todo el mundo. Para detenerlo, todo el mundo debe orar cada minuto y rápido. Los sacerdotes deben abrir las puertas de sus iglesias e invitar a la gente a rezar el rosario y rezar intensamente. Oren, oren, oren.
Todos los días a las 6:30 pm, donde quiera que estés en el mundo, deja todo y rezar 3 veces el Ave María. Enviar este mensaje por todo el mundo y, sobre todo, ponerlo a la práctica. ¡Es urgente!”
POR TANTO: SE RUEGA NO PRESTAR ATENCIóN A SU CONTENIDO NI DIFUNDIRLO. El momento es propicio para aclarar, que el mismo Santuario de Medjugorje difunde los mensajes atribuidos a la Virgen María en su portal oficial: www.medjugorje.hr y www.centromedjugorje.org (para Hispanoamérica).
Además, se esclarece que cuando los videntes Iván, Marija o Vicka reciben mensajes extraordinarios en las jornadas de oración donde han sido invitados —o bien fuera del día 25 en el mismo Medjugorje—, estos son dirigidos, por la Virgen, a los fieles que estuvieron presentes en el momento de la aparición; como de suyo ocurrió en Lonigo, Italia, el pasado 4 de septiembre donde había sido invitado Iván. Nótese la diferencia de este mensaje, donde la Madre insiste una vez más que se está “viviendo en el tiempo de la gracia”.
Mensaje extraordinario de la Virgen María Reina de la Paz, por medio de Iván Dragicevic, el 4 de setiembre de 2013 en Lonigo, Italia.
“Queridos hijos, que su vida sea nuevamente una decisión por la paz. Sean gozosos portadores de la paz y no olviden que están viviendo en el tiempo de la gracia, donde Dios, por medio de mi presencia, les concede grandes gracias. Hijitos, no se dejen ilusionar sino por el contrario, sáquele provecho a este tiempo y busquen los dones de la paz y del amor para su vida, de manera que puedan hacerse testigos para los demás. Los bendigo con mi bendición materna y gracias, queridos hijos, porque también hoy han respondido a mi llamada!”