Oremos hoy para que la Eucaristía esté en el centro de nuestra vida
“Queridos hijos, con amor materno deseo ayudarlos para que su vida de oración y penitencia sea un verdadero intento de acercamiento a mi Hijo y a Su luz divina, para que sepan cómo separarse del pecado. Cada oración, cada Misa y cada ayuno son un intento de acercamiento a mi Hijo, una remembranza de Su gloria y un refugio del pecado; son el camino hacia una nueva unión del buen Padre con sus hijos. Por lo tanto, queridos hijos míos, con los corazones colmados de amor, invoquen el nombre del Padre Celestial para que los ilumine con el Espíritu Santo. Por medio del Espíritu Santo, se convertirán en fuente del amor de Dios. De esa fuente beberán todos aquellos que no conocen a mi Hijo, todos los sedientos del amor y de la paz de mi Hijo. ¡Les doy las gracias! Oren por sus pastores. Yo oro por ellos y deseo que ellos sientan siempre la bendición de mis manos maternas y el apoyo de mi Corazón materno”.
(Mensaje del 2 de abril de 2014)
Recemos la oración “Cristo, Pan de Vida” de San Francisco de Asís
Cristo, Pan de vida,
que en el Santísimo Sacramento
te ofreces como alimento
y sustento para nuestras almas,
te alabamos y te damos gracias
por el don de tu Cuerpo y Sangre
que nos dan vida eterna.
Cristo, Pan de vida,
te adoramos con humildad y amor,
y nos postramos ante Ti,
reconociendo que eres nuestro Salvador
y la única fuente de nuestro alimento espiritual.
Cristo, Pan de vida,
fortalece nuestra fe,
purifica nuestro corazón,
y danos la gracia de vivir siempre
en unidad contigo y con nuestros hermanos,
siguiendo tu ejemplo de amor, humildad y sacrificio.
Que tu Cuerpo y Sangre,
que recibimos con devoción,
nos transformen y nos santifiquen,
para que podamos ser instrumentos de tu paz
y llevar tu amor a todos los rincones del mundo.
Amén.