El Padre Velimir Mandic, del Monasterio de Humac, bendijo y saludó a todos los peregrinos al inicio de la Marcha. Rezaron y cantaron himnos en honor a la Reina de la Paz durante todo el tiempo, y finalizaron junto a la Iglesia alrededor de las 9.30 h. El Padre Mijenko Steko se encontró con todos los peregrinos fuera de la Iglesia de Santiago y dirigió la Adoración del Santísimo Sacramento así como la Bendición. La marcha la encabezaba Walk Hubert Liebherr, quien originariamente inició esta famosa marcha cuando, aterrorizado con los horrores de la guerra, quiso responder al mensaje de Nuestra Señora al decir que con la oración del Rosario, incluso las guerras podían detenerse.