Hoy en la mañana que rezaba ante el Santísimo Sacramento del Altar, llegó a mi mente un cuestionamiento: ¿por que tanto desastre estos últimos días?, tales como el ciclón que golpeó las costas de Texas, en Estados Unidos de Norte América, el ciclón que pegó en la península de Baja California en mi país de México, hoy en día el llamado monstruo que arrasa con todo a su paso por el Caribe y amenaza con destruir la península de Florida; por otro lado, mi hermano, el Pbro. Rafael Zacarías, que lucha entre la vida y la muerte, un hombre con tanto amor a Jesús y María; la ideología de género que amenaza el mundo entero, etc. etc. etc.
Todo esto me distrajo de la oración y me preguntaba: ¿será que se acerca el momento final?, y fue ahí donde reaccioné, como puede ser que piense así, como puedo dudar del amor y la misericordia del Señor, lo que me está pasando es lo que tantas veces la Reina de la Paz trata de decirme con tantos mensajes, ORA, ORA, ORA, ora y no te distraigas, pues es la oración la que cambia lo que hoy en día estamos viviendo.