Oremos hoy para que seamos alegres testigos de la fe
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Hijitos, sean portadores gozosos de paz y de amor en este mundo sin paz. Por medio del ayuno y de la oración, testimonien que son míos y que viven mis mensajes. ¡Oren y pidan! Yo oro e intercedo por ustedes ante Dios, para que se conviertan y para que su vida y su comportamiento sean siempre cristianos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
(Mensaje del 25 de abril 1999)
Recemos el Salmo 100
¡Aclame al Señor la tierra entera,
sirvan al Señor con alegría, lleguen a él,
con cánticos de gozo!
Sepan que el Señor es Dios,
él nos hizo y nosotros somos suyos,
su pueblo y el rebaño de su pradera.
¡Entren por sus puertas dando gracias,
en sus atrios canten su alabanza.
¡Denle gracias y bendigan su nombre!
“Sí, el Señor es bueno, su amor dura por siempre,
y su fidelidad por todas las edades”.