Medjugorje – Virgen de Medjugorje

XXVI edición de la “Marcha por la Paz”

 

Hoy, solemnidad de San Juan Bautista y víspera del XXXVI Aniversario de las Apariciones de la Virgen se ha celebrado -como cada año desde 1992- la “Marcha Internacional por la Paz” que ha partido desde el Monasterio Franciscano de San Antonio -en Humac- y ha finalizado en la parroquia de San Santiago Apóstol de Medjugorje.

 

La Marcha comenzó ante el Santuario de San Antonio con una oración y la bendición de los peregrinos, donde el P. Dario, Guardián del Monasterio, se dirigió a los asistentes: “Deseo que todos llevéis en vuestros corazones lo que la Virgen ha venido a traernos: la paz. El nombre de “Marcha por la Paz” significa que, con nuestro caminar damos gloria a Dios para llevar en nuestros corazones y en el de nuestras familias esa paz que sólo Dios puede dar.” En la Marcha -de unas cuatro horas de duración- participaron muchos peregrinos de todo el mundo, encabezados por el P. Marinko Sakota (párroco de Medjugorje) y otros muchos sacerdotes. Durante el recorrido, alternaban entre momentos de canto y de oración hasta llegar ante la Iglesia de San Santiago Apóstol. La Marcha finalizó con la Bendición Eucarística.

 

Esta era la primera vez que Monika Matic (Ljubuski) participaba en una de estas marchas: “Caminar con peregrinos de todo el mundo para conmemorar el Aniversario de las Apariciones de la Virgen es una experiencia maravillosa.” Para Danijela Susac esta era su tercera Marcha: “Es algo impresionante. También tenemos muy presente a Hubert Liebherr y a todos los demás precursores. Hoy hemos venido con muchos peregrinos de todo el mundo para rezar por la paz en nuestros corazones y para dar gracias a la Reina de la Paz por estos 36 años de gracia.”

 

Hubert Liebherr (Alemania) participó por primera vez en la Marcha por la Paz de 1992 tras la terrible experiencia que vivió con la guerra sufrida por su país. Junto con un grupo de amigos fueron los que dieron vida a este proyecto de “Marcha por la Paz”, confiando en las palabras de la Virgen que nos dice que, con el Rosario, se puede poner fin incluso a las guerras.

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