La vidente Mirjana Dragicevic-Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. Durante la última aparición diaria, Nuestra Señora le confió el décimo secreto, y le dijo que se le aparecería una vez al año, el 18 de marzo.
Ha sido así a lo largo de estos años. Varios miles de peregrinos se reunieron junto a ella en la oración del Santo Rosario. La aparición duró de 13:41 a 13:46.
“Hijos míos, como Madre, como Reina de la Paz, los invito a que acojan a mi Hijo para que Él pueda otorgarles la paz del alma, para que pueda darles lo que es justo, lo que es bueno para ustedes.
Hijos míos, mi Hijo los conoce. Él vivió la vida del hombre y, al mismo tiempo, la de Dios, una vida maravillosa: cuerpo humano, espíritu divino. Por eso, hijos míos, mientras mi Hijo los mira con sus ojos divinos, penetra en sus corazones. Sus ojos, mansos y cálidos, buscan a Él mismo en sus corazones. ¿Puede Él encontrarse así mismo en ustedes, hijos míos? Acójanlo, y los momentos de dolor y sufrimiento se convertirán en momentos de bienestar. Acójanlo, y tendrán paz en el alma, la difundirán a todos en torno a ustedes, eso es lo que más necesitan ahora. ¡Escúchenme, hijos míos!
Oren por los pastores, por aquellos cuyas manos ha bendecido mi Hijo. ¡Les doy las gracias!”