DESPIERTEN SUS ALMAS CON LA ORACION
Si miramos a nuestro alrededor vemos cómo la naturaleza, aunque lentamente, se despierta y anuncia la primavera. En el mensaje que nos dio en la festividad de la Anunciación del Señor, el 25 de marzo de 2009, la Virgen nos ha llamado a despertar nuestras almas a la oración a fin de que estén dispuestas a recibir la luz de Jesús Resucitado. Cuando la Virgen nos llama a la oración pensamos que lo primero que debemos hacer es orar por la conversión de los pecadores, por este mundo, y así sucesivamente. Pocos recuerdan que la llamada a la oración se refiere principalmente a nosotros. Sus palabras están siempre llena de amor, por lo que en este mensaje Ella dice: despierten sus almas con la oración. Esas palabras son un llamado a adoptar una actitud diferente hacia la oración de la que teníamos hasta ahora. Estamos llamados a orar por nuestra conversión y sólo entonces por la conversión de otras personas. Tenemos que cambiar y, a continuación, empezará a cambiar nuestro prójimo y el mundo entero. Así despiertos nos podremos abrir fácilmente a Dios y recibir la luz de Cristo resucitado.
El Corazón traspasado de Jesús es la expresión suprema del amor de Dios hacia el hombre. En todas las culturas, el corazón además de ser un órgano corporal, indica el amor. Es por eso que la Virgen dice: Que Jesús, hijitos, los acerque a su Corazón para que puedan estar abiertos a la vida eterna. Jesús amó tanto a la gente, que no escatimó esfuerzos hasta que se agotó y desgastó a fin de mostrar a las personas su amor. Sin embargo, como en ese momento y hoy no es aceptado. Lo ofenden, lo hieren, lo matan con la lengua, la blasfemia, la difamación, el odio. Por lo tanto, mediante el mensaje de esta tarde, la Virgen nos llama a todos, no sólo a los católicos, sino a todo el mundo a acercarse al corazón de Jesús para estar abiertos a la vida eterna. ¿Acaso esta llamada se perderá en el desierto y en la desolación de este mundo? ¿Vamos a silenciar una vez más la llamada de la Reina de la Paz de Medjugorje?
Todos los que han experimentado el amor de Dios y de la Virgen están obligados a dar a conocer a Europa y a todo el mundo, el amor crucificado, que fue traspasado, que murió en la cruz, que resucitó y hoy está vivo. Cada nuevo día es una oportunidad para testimoniar este amor. Que nos ayude nuestra más grande intercesora, mediadora y abogada, la Bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora.
Fr. Danko Perutina
Medjugorje, 26.03.2009