Medjugorje – Virgen de Medjugorje

Comentario del Mensaje del día 25 de Agosto de 1997

Saludo a todos y una vez más, recordemos el mensaje del mes pasado, en el que María nos invitaba a responder a Su llamado a la oración. Nos dijo que Ella deseaba que creáramos un espacio en el que podamos orar en lo personal y que quería llevarnos a orar con el corazón. Esto, ciertamente, fue un buen impulso para que todos creáramos un espacio donde vivimos, en el que exista una atmósfera de oración. Ese rincón debe tener una Cruz, una Biblia, un Rosario, una [imagen de la] Virgen, una vela y un reclinatorio, a fin de que fácilmente podamos llegar a la oración. Si ya nos hemos acostumbrado a retirarnos y hacer oración personal, espero que el resto de lo que dice ese mensaje también lo hayamos realizado– esto es, que el vacío de nuestro corazón haya sido llenado por Dios y que hayamos experimentado que la oración realmente puede ser un gozo. Si aún no lo hemos hecho, debemos intentarlo.

Vicka, Ivan y Jacov están en casa, Marija en Italia y Mirjana y su familia en los E.U., donde participaron en varios encuentros así como en las conferencias Marianas de Modesto y Chicago, mientras que Ivanka vive aquí privadamente como esposa y madre.

En estos momentos, tenemos aquí a muchos peregrinos y el flujo se hace siempre más grande. Todo Agosto [Medjugorje] ha sido muy visitado. Como ya saben, en la primera semana tuvimos el Festival de la Juventud en el que participaron más de 5,000 [jóvenes]. Todo salió bien y si hubiera que destacar algunos momentos particulares, sería la Procesión Eucarística que congregó a una enorme multitud y después, la noche en que Sor Elvira y sus jóvenes presentaron la obra musical basada en la historia, El Hijo Perdido. Esa noche tuvimos, de acuerdo a las estimaciones, la asistencia de entre 10 y 15,000 personas. Después, el Festival Internacional de Cantos Marianos, en el que participaron [composiciones en] 18 idiomas, también lo disfrutamos muchísimo. Es impresionante la manera en que María es honrada en las diferentes partes del mundo. Igualmente, la clausura del festival en la cima del Krizevac fue memorable. Comenzamos a orar a las 5.00 a.m. en preparación a la Santa Misa que concelebraron 93 sacerdotes y, según estimamos, estuvieron de 6 a 7,000 personas arriba en la montaña. Los más numerosos, como en años anteriores, fueron los jóvenes de la República Checa, pero vinieron también más de 200 de Corea y 170 de Beirut, Líbano. Fue ciertamente una semana muy hermosa y llena de gracias para todos nosotros y particularmente para los jóvenes.

El mensaje de este mes es de alguna forma diferente a la mayoría de los mensajes y a continuación reflexionaremos una vez más, renglón por renglón, en lo que María nos dice. Así, después de 16 años y 2 meses, Nuestra Señora nos dice que

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DIOS ME CONCEDE ESTE TIEMPO COMO UN REGALO PARA USTEDES, A FIN DE QUE YO PUEDA INSTRUIRLOS Y CONDUCIRLOS POR EL CAMINO DE LA SALVACION

Aquí, inmediatamente pensamos en lo que el Papa dijo desde 1987, cuando afirmó que estos tiempos son tiempos marianos. En la Encíclica MADRE DEL REDENTOR, él habla de la Madre peregrina que toma el camino con la Iglesia peregrina hacia el final de este siglo. Nos dice que María, en estos tiempos, está viviendo su segundo Adviento. Dice que María es Madre y Maestra de Jesús y por tanto, lo es también de nosotros. Ciertamente, estos 16 años y 2 meses son un gran regalo para quienes se han abierto al mensaje, para todos los que han experimentado una sanación espiritual, mental o física, para todos los que han comenzado a orar e ir a Misa y todos ellos así como los que han recibido el valor para ir a la Confesión, saben cuán grande es más que nada el don de que María nos instruya. Muy sencillamente, Ella nos enseña a nosotros, sus hijos, cómo debemos vivir. Su meta es conducirnos a todos a la paz, pero el camino a la paz cruza por la conversión personal, por un cambio en la relación hacia uno mismo, hacia la propia familia, la comunidad y también a través de un cambio en la relación con el mundo material. María desea llevarnos al punto en el que tengamos una relación con Dios que sea digna de El. Si pensamos en todo lo que Ella ha dicho acerca de la oración, podemos afirmar que desea conducirnos a la oración del corazón y esto significa, orar por amor a Dios. De otro modo, estaremos todos en peligro de que nuestra oración se vuelva egoísta y que sólo oremos cuando necesitemos algo. Una vez nos dijo: "No oren de acuerdo a sus necesidades, sino que oren buscando a Dios, porque El los ama." Este sería el cambio más profundo de nuestro comportamiento en cuanto a la oración. Debemos comenzar a orar porque amamos a Dios y porque nos gusta estar con El. Sólo entonces nos está permitido pedir cualquier cosa y también seremos capaces de decir, "Hágase Tu voluntad," así como de aceptarla. Es realmente triste cuando alguien ora y luego dice que no obtuvo lo que pedía y por eso deja de orar. Muchos cristianos han dejado de orar del todo precisamente en este punto, porque no obtuvieron algo. Pero, ¿dónde queda entonces la consciencia de que la oración es sobre todo la presencia amorosa delante de Dios? Esta es la meta que María tiene ante sí, cuando nos enseña a orar. Ella también nos enseña a ayunar. El ayuno es muy importante para la mente, el cuerpo y el alma. Por el ayuno aprendemos a tener una nueva relación hacia nuestro cuerpo y hacia las cosas materiales. A través del ayuno y la oración, nuestro corazón se abre más fácilmente a Dios y se vuelve más libre para [oír] lo que Dios nos dice y se fortalece para hacer aquello que El nos pide. María nos enseña también cómo celebrar la Santa Misa, porque Ella dice [que lo hagamos] "con el corazón", de tal modo que la Misa se convierta en un auténtico encuentro con Jesús vivo. Ella nos enseña a prepararnos para la Misa así como a quedarnos con Jesús después de la Misa. Su deseo más profundo es que acudamos también a la Adoración y que nos quedemos con El de este modo. Es por eso que nos dijo que debemos enamorarnos de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Y cuando oímos a María decirnos esto y le permitimos que nos instruya, entonces nos encontramos en el camino a la santidad y justamente esto es lo que son sus mensajes que nos da cada mes–el camino a la santidad. Todo aquel que la siga experimentará, ya desde aquí en la tierra, la santidad, la paz interior, el gozo profundo y tendrá una relación sana y santa consigo mismo, con los demás, con el mundo material y con Dios. El significado de la fe en los mensajes de María, puede explicarse así más ampliamente con estas palabras: Fe significa confiar y dejarse guiar. Lo opuesto es resistirse a lo que Dios nos pide o a lo que María nos sugiere. Así pues, una vez más, a través de la oración y el ayuno, de la Misa y la Confesión, del Rosario y la Adoración, venceremos nuestra resistencia y nos dejaremos guiar. Después María dice algo que, en este momento, aún somos incapaces de entender. Ella dice algo muy cierto…

AHORA USTEDES NO COMPRENDEN ESTA GRACIA

¿Pero acaso el siguiente enunciado…

PERO PRONTO LLEGARA UN TIEMPO EN EL QUE SE LAMENTARAN POR LA AUSENCIA DE ESTOS MENSAJES

…significa que pronto se acabarán las apariciones? ¿O que pronto dejará de darnos mensajes? No lo sabemos. Tan solo debemos continuar con Ella y esperar. Debemos estar abiertos. Quienes han seguido estos mensajes, deben darse cuenta también que no comprenden esta gracia. Esta gracia o este tiempo de gracia es tan grande, que realmente nos encontramos delante de un misterio del amor de Dios por nosotros. Y todos los que han seguido los mensajes con el corazón y que los han esperado cada mes con gozo, estarán tristes; pero hay también quienes no sólo no comprenden esta gracia, sino que absolutamente rechazan este tiempo de gracia que Dios nos ha dado a través de María. Esos ciertamente entienden aún menos, no reconocen suficientemente los signos de los tiempos y seguramente no se lamentarán después de estos mensajes. Pero creo que de nuevo debemos escuchar cuidadosamente el siguiente renglón y al hacerlo así, obtener un claro entendimiento de cuál es la esencia de todo.

POR ESO, HIJITOS, VIVAN TODAS LAS PALABRAS QUE YO LES HE DADO A TRAVES DE ESTE TIEMPO DE GRACIA Y RENUEVEN LA ORACION, HASTA QUE LA ORACION SEA UN GOZO PARA USTEDES

Esto es lo MAS importante. ¡Ella nos ha dicho tanto! Nos ha mostrado tantas cosas, nos ha enseñado tanto, que realmente tenemos que hacer algo. Todo aquel que trate de vivir los mensajes y trate de permanecer en el camino con María, en este sentido, se lamentará de que [éstos] no continúen. Pero, [al mismo tiempo], para quienes estamos tratando de vivirlos, estos mensajes deben darnos un nuevo impulso para aceptar con gozo lo que Ella nos dice y esto, muy especialmente en lo que concierne a la oración–oración que debe convertirse en gozo para nosotros. Si el amor a Dios crece en nuestro corazón, habrá gozo cuando oremos, porque la oración significa, pues, estar con Dios y estar con Dios es el gozo más profundo que el hombre pueda experimentar aquí en la tierra. En este mensaje, como en ningún otro hasta ahora, María habla de grupos específicos de personas. Primero…

INVITO, ESPECIALMENTE, A TODOS LOS QUE SE HAN CONSAGRADO A MI CORAZON INMACULADO A SER UN EJEMPLO PARA LOS DEMAS

Consagrarse uno mismo a María significa en realidad, tomar la firme decisión de estar con Ella, escucharla y dejarse guiar por Ella. La palabra en latín ‘consacratia’ viene de dos palabras: ‘con sacrare’ y significan, volverse santos con alguien que ya es santo. Y puesto que ‘con’ [en latín] significa también ‘con’ [en español], quiere decir al mismo tiempo una nueva comunidad. Los consagrados deben saber por tanto, que a través de su consagración se han convertido en una comunidad con María. Este es el camino a la santidad, porque María -que encontró y experimentó la santidad- conoce el camino a la santidad y es por eso que puede conducirnos a él. Al mismo tiempo, ‘con sacratia’ o consagración significa también que el hombre ya no está solo. El pecado había apartado al hombre de los demás y de Dios, la consagración crea una nueva comunidad y el hombre ya no está solo. Y en esta nueva comunidad, puede tener paz, gozo, seguridad, confianza y con todo ello, él puede asimismo crecer. Quienes se han consagrado son los que, a través de su ejemplo, deben auxiliar a los demás. Su ejemplo se hace posible, porque -a través de su consagración a María- deben convertirse en realidad en personas nuevas. Especialmente hoy, el mundo espera a personas que vivan en paz, que sean libres, que estén dispuestas a amar, que tengan tiempo para otros, que tengan el valor de servir, que permanezcan fieles al camino y que no se dejen extraviar por el pecado. Los consagrados son quienes siempre miran adelante–adelante hacia Dios. Los consagrados son también quienes dan testimonio a otros de su nueva realidad. Son personas [que han sido] sanadas y salvadas, y justamente son también personas santas. Son especialmente esta clase de personas las que el mundo necesita hoy. Después María dice…

INVITO A TODOS LOS SACERDOTES, RELIGIOSOS Y RELIGIOSAS A REZAR EL ROSARIO Y ENSEÑAR A REZAR A LOS DEMAS

Ciertamente, cuando los consagrados, cuando los sacerdotes al igual que los religiosos y religiosas se decidan todos a rezar, el pueblo entero llegará también más fácilmente a esta decisión.

EL ROSARIO, HIJITOS, ME ES ESPECIALMENTE QUERIDO

Todos sabemos esto a través de la historia de la Iglesia. Fue María quien nos lo dio. El Rosario es una oración muy simple que está profundamente arraigada en la Biblia. En los 15 Misterios, con toda sencillez tenemos la posibilidad de estar con Jesús y María en el gozo, en el dolor y en la gloria. Y esto es lo que hay que enseñar a la gente cuando se reza el Rosario. Tristemente, para muchas personas el Rosario es sólo una repetición que puede hacerse tediosa. Con todo, el Rosario es de hecho un encuentro profundo con Jesús y María. Quien reza el Rosario, contempla a Jesús y María, cómo se comportaron en el gozo y en el dolor y luego, cómo entraron en la gloria. Esto es exactamente lo que cada uno de nosotros, la gente de hoy, en efecto necesitamos. Necesitamos mirarlos y luego cambiar nuestra comportamiento de acuerdo al Suyo y así, con este cambio de comportamiento, ser un ejemplo para todos los demás. Con todo, el verdadero secreto del Rosario es el amor por Jesús y María. Si uno no tiene ese amor, el Rosario simplemente se queda en una tediosa repetición. A menudo, en los mensajes María nos ha invitado a abrir nuestro corazón, pero aquí nos dice cómo.

A TRAVES DEL ROSARIO ABRANME SU CORAZON

… y esto es una condición, para que

ENTONCES YO PODRE AYUDARLOS

Quienes rezan los tres Misterios enteros cada día, ciertamente se abrirán cada vez más y experimentarán siempre más y más ayuda. El corazón se abre a Dios, porque quienes rezan el Rosario están contemplando a Jesús y María. Ambos saben que cuando a la gente le va bien, eso puede cerrar sus corazones. Saben también que cuando a la gente no le va bien, eso mismo puede ocurrir y las personas se hunden en la desconfianza y el enojo hacia Dios a causa de su sufrimiento. Pero a fin de que esto no suceda, que ni el bien ni el mal pueda cerrar nuestro corazón, debemos permanecer con María y con Jesús. Así, en cada situación, nuestro corazón permanecerá abierto tal como el de Jesús y el de María. Todavía depende de nosotros, si nuestro corazón está abierto para que podamos experimentar la ayuda. Quizá sería bueno recordar que el 14 de Agosto de 1984, María nos invitó -a través del vidente Ivan- a rezar el Rosario completo. Fue durante la vigilia de la Asunción de María cuando Ivan, mientras se preparaba para venir a la Misa, fue visitado inesperadamente por Nuestra Señora y Ella le dijo que todos debíamos rezar el Rosario completo. Fue en esa misma ocasión, cuando María nos dijo que ayunáramos dos días, miércoles y viernes, en vez de sólo uno. Así pues, ¿qué se supone que debemos decir a los sacerdotes y religiosos? Rezar el Rosario y enseñar a otros a rezar, la gente necesita algo firme. Si uno les repite una y otra vez que necesitan orar, muchos no sabrán cómo comenzar. Pero si uno les dice como María lo hizo aquí y si a través del propio ejemplo se da a la gente el impulso, entonces sucederá. Si el sacerdote dice que él guiará el Rosario antes de la Misa, la gente comenzará a venir. No es nada nuevo cuando digo que muchos sacerdotes han confirmado, que fue sólo aquí en Medjugorje que comenzaron de nuevo a rezar el Rosario, tanto personal como públicamente y que encontraron eco en todas partes. Por eso, este mensaje debe realmente ser una vez más un nuevo impulso para que, en este tiempo, nos decidamos a acoger a María como nuestra Madre y Maestra, para permanecer con Ella en el camino de la santidad y que tomemos el Rosario en nuestras manos y lo recemos. Aún cuando no sepamos lo que todo esto significa, debemos ser simplemente como los niños que se dejan conducir por su madre. Que así sea.

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Oremos…

Dios, Padrenuestro, Te damos gracias por haber concedido este tiempo a María y que Ella, con Tu permiso, oh Padre, nos conduzca y nos instruya. Te damos gracias por todas esas personas que, a través de estos mensajes, Te han abierto su corazón. Te damos gracias y Te alabamos por todas las personas que durante este tiempo recorren el camino de la santidad Contigo. Por favor bendice a todos los que han encontrado la paz interior a través de los mensajes de Medjugorje. Envía Tu Espíritu Santo a nuestros corazones, para que podamos llegar a comprender esta gracia y podamos vivir cada palabra que Tú nos has dicho a través de María. Danos la gracia de poder renovar la oración y que sea un gozo para nosotros. Por favor, perdónanos también por cada vez que hemos orado sólo por motivos egoístas. Danos la gracia de primeramente buscarte a Ti en la oración, porque Tú nos amas. Da a todos los padres de familia la gracia de orar con sus hijos, a fin de que también sus hijos se abran a la oración y experimenten gozo en la oración. Bendice a todos los jóvenes que Te buscan como su buen Señor y Maestro. Bendice a todos los consagrados para que puedan ser un ejemplo para los demás. Bendice a los sacerdotes, a todos los religiosos y religiosas, a todos los catequistas. Que todos ellos se decidan verdaderamente por la oración y de ese modo, que Tu Iglesia entera se convierta en Iglesia orante. A través del Espíritu Santo, abre nuestros corazones para que estemos dispuestos a aceptar Tu ayuda. Padre, bendice a todas las familias y a todos los grupos de oración y bendice a Tu Iglesia entera, a fin de que durante este tiempo seamos capaces de emprender el camino a la santidad junto con María. Te damos gracias, oh Padre, por el amor que muestras hacia nosotros. Seas alabado, oh Padre, con Tu Hijo Jesucristo y por el Espíritu Santo. Amén.

Fra. Slavko, Medjugorje,
Medjugorje, Agosto 29 de 1997

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