Saludo a todos los que escuchan y tratan de seguir los mensajes de María. En primer lugar reflexionemos aquello que María nos dijo en el Decimonoveno Aniversario. En ese breve mensaje, Ella nuevamente nos recordó la oración. Todos sabemos que la oración es lo que María pide más en sus mensajes. No hay ningún mensaje en donde Ella no mencione la oración. El objetivo de las apariciones es la paz, es por ello que se presenta como la Reina de la Paz. No obstante, Ella habla siempre de la oración porque la oración – que también se refiere a la Confesión, a la Misa, a la Adoración y al ayuno – es la herramienta principal para alcanzar la paz. Podemos sintetizar todo de la siguiente forma: 1) María quiere que nos tomemos el tiempo. Si alguien no dedica tiempo, todo se pierde y nada tiene sentido. Nada puede ocurrir si no dedicamos tiempo a la oración. Si constantemente ponemos excusas diciendo que no tenemos tiempo, estamos faltando a la verdad. Tenemos tiempo. La clave para tener tiempo no son las horas del día, sino el amor. Aquel que tiene amor tiene tiempo. Si uno se pregunta cuánto tiempo tiene para la oración, la respuesta sería el programa vespertino aquí en Medjugorje, es decir tres horas. Quizás en casa uno no puede dedicar tres horas seguidas a la oración pero uno si puede dedicar algún tiempo por la mañana, al medio día y luego por la noche nuevamente. Esto puede incluir la lectura de la Sagrada Biblia u otro libro religioso. Si uno hace esto fácilmente podemos llegar a las tres horas. 2) María quiere que nosotros oremos individualmente, en nuestras familias y en grupos de oración. Todo comienza con nuestra propia decisión de orar. Aún cuando nadie más ore en la tierra, nosotros siempre podemos decidirnos a orar y comenzar a hacerlo. Aquel que empieza a orar seguramente notará que eventualmente su familia se le unirá y que otro querrá empezar un grupo de oración. Muchas veces es más fácil empezar o encontrar un grupo de oración, que lograr que la familia se una a la oración. Y esto ocurre porque las personas que desean orar se acercan a los grupos de oración.
Aquellos que deciden rezar el Rosario, o a leer un pasaje de las Sagradas Escrituras junto a un enfermo o junto a alguien que está solo, ya ha comenzado un grupo de oración. 3) María quiere que cambiemos nuestra motivación hacia la oración. Esto quiere decir que muchas personas sólo oran cuando necesitan algo, esto es puro egoísmo, este tipo de oración nunca perdura porque si no obtenemos lo que pedimos dejamos de orar. Si no obtenemos lo que queremos, corremos el peligro de dejar de orar en la creencia de que Dios no responde a nuestras oraciones. María dijo en un mensaje, "Busquen a Dios no de acuerdo a las necesidades de ustedes sino por el amor de Dios". Si la motivación interior para orar es el amor de Dios y querer estar con Él, si a nosotros nos gusta estar con Jesús y María en los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos del Rosario, si nos gusta escuchar la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, si nos gusta estar con Jesús en la Eucaristía, entonces habremos desarrollado la verdadera motivación. Una vez que esto ocurra, todo lo demás puede también ocurrir y podremos pedir y esperar todo. Solo cuando nuestro amor a Dios nos empuja y motiva, podemos continuar orando y orar continuamente. El hecho de que María ora junto con Mirjana el día 2 de cada mes por los no creyentes – es decir por las personas que aún no han experimentado el amor de Dios – nos muestra como uno puede solucionar el problema. Ella está orando para que experimenten el amor de Dios, así, cuando uno ha recibido este amor, uno puede empezar a orar. María ha estado orando para que los corazones empiecen a abrirse y es por esta razón que muchas personas han encontrado el camino de la oración aquí en Medjugorje. Este empezar surge de la experiencia del amor de Dios. 4) María ha dicho frecuentemente que debemos orar con el corazón. Desde el momento en que empezamos a orar por amor, empieza a surgir la oración con el corazón. Pero para nosotros, cuando recién empezamos, es importante saber que el aspecto exterior de la oración depende de nosotros mientras que el aspecto interior no. María nos invita a la oración del corazón, y cuando nosotros por amor, a pesar de no saber cómo orar, nos decidimos a rezar el Rosario, a leer la Biblia y a ira a Misa todos los días, aún cuando dentro de nosotros no ocurra nada, habremos empezado la oración con el corazón. Si hacemos esto, el aspecto interior de la oración con el corazón puede empezar a crecer. Esto puede compararse con el crecimiento de una planta. Si alguien me pregunta cuando va a florecer una planta, debo admitir que no lo se, he preparado la tierra, he plantado la semilla, he traído el agua, y he acompañado a la planta en su crecimiento con la esperanza de que algún día se abrirá y florecerá.
Lo mismo ocurre con nuestra oración. Nosotros podemos cuidar las necesidades externas, pero el aspecto interior es un crecimiento que solo Dios puede manejar. Debemos orar para experimentar el amor, para hacer la oración como María nos ha enseñado aquí. Por último, lo único que Ella quiere es que tengamos una buena relación con Dios Padre, a través de Su Hijo, Jesucristo y el Espíritu Santo. María dijo que aquellos que oran no temerán el futuro. Si empezamos a orar de la forma en que María nos enseña y que hemos descrito brevemente aquí, la oración se convertirá en un encuentro con Dios – el Dios que nos creó, Que nos ama, Que sabe todo acerca de nosotros, hasta cuando, como dice Jesús, se nos cae un cabello de la cabeza. Y cuando hayamos desarrollado una completa confianza en el Padre, se alejarán todos nuestros temores. Ya no temeremos más por nuestro pasado, porque sabemos que Dios es misericordioso, ni temeremos el futuro porque entregaremos todo a Dios. En estos tiempos en que muchas personas difunden tanto miedo, nosotros debemos abrir nuestros corazones más a Dios y dejar que Él nos libere de todos los temores y nos de la paz, y así nosotros trasmitiremos esta paz que solo Él puede dar a todos los demás. Nunca debemos olvidar que el miedo es casi siempre el resultado del pecado, ya sea de los pecados de uno mismo o de otro o del entorno. Si dejamos de lado el miedo patológico, podemos decir que a través de la oración nos podemos liberar de todos los temores, especialmente en el Sacramento de la Confesión y en la Santa Eucaristía porque es en estos Sacramentos donde sentimos la presencia amorosa de Dios. Y precisamente esta presencia amorosa es la presencia liberadora de todos los temores. Por ello es que María dice: "Estoy con ustedes y los amo". Aquel que sabe que María está con él y que lo ama, tiene otro motivo para no vivir en temor sino en paz y con alegría, y espero que así sea.
En este momento, Ivan junto con su familia y Vicka están aquí en sus casas, mientras que Marija va a venir para el Festival. Ellos son los videntes que aún tienen apariciones diarias. Mirjana, Jakov e Ivanka también están aquí en Medjugorje con sus familias. Como siempre ellos viven una vida completamente normal. Ivan y Vicka son los videntes que hablan más con los peregrinos.
Este mes, desde el Decimonoveno Aniversario, han llegado peregrinos provenientes de todas partes del mundo, no en gran número, pero de todos lados. Debo mencionar especialmente el retiro para Sacerdotes en la Escuela de María, al que asistieron unos 300 sacerdotes de 30 países. Todo salió bien y todos los Sacerdotes estuvieron muy contentos con todo el Programa. Al final, se redactó una Declaración en donde todos los Sacerdotes manifestaron que todos querían seguir a María como Madre del Sacerdote Supremo. Es importante mencionar que todos los Sacerdotes que se unieron al retiro tuvieron experiencias muy buenas para sus propias vidas y para la vida de los peregrinos que estuvieron aquí en ese momento. En la Parroquia también tuvimos un seminario de Fe con el Padre James y la hermana Margarita, al que asistieron unas 600 personas. El último día, el seminario fue abierto y entonces asistieron miles de personas. Sabemos que todos recibieron muchas gracias, incluyendo sanaciones internas y externas. Todos estamos muy agradecidos por todas estas reuniones y encomendamos especialmente a las oraciones de los peregrinos, el programa para los Sacerdotes, porque todos sabemos cuán importante es cuando los Sacerdotes se abren completamente y aceptan los planes de María: conducirnos a todos a Jesús -que es el Unico que trae la verdadera paz del mundo. Ahora nos estamos preparando para el festival de la Juventud y pido a todos los que leen estas páginas que oren por todos los jóvenes que van a venir, con sus necesidades interiores y también por todos los que van a estar ayudando para que este Festival de Oración sea un momento de gracia. Por los datos que tenemos, esperamos una gran concurrencia. Este mes María nos invita a …
NO OLVIDEN QUE ESTÁN SOBRE LA TIERRA EN CAMINO HACIA LA ETERNIDAD Y QUE VUESTRA MORADA ESTÁ EN LOS CIELOS.
Es una realidad en nuestras vidas que nosotros estamos peregrinando en la tierra. Sabemos de donde venimos. Dios nos ha creado por amor y también sabemos hacia donde vamos – a nuestra morada eterna. Nuestra vida en la tierra es solo una introducción y una preparación para la vida eterna. Por ello que es importante para permanecer en este camino -que es el camino de Jesucristo- que mantengamos las condiciones adecuadas. Las condiciones son las que Él dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad, la Luz y la Vida". Sin la luz no podemos ver, sin la verdad seguimos los caminos equivocados, y sin la vida que Él nos da, estamos muertos. Para seguir el camino aquí en la tierra, es importante mantener la libertad interior y no apegarnos a nadie ni a nada. Existe el peligro de que las personas se cierren y se aferren a sí mismas o a los demás, a ideologías y a cosas materiales. Todo esto obstaculiza nuestro camino hacia nuestra morada eterna. Si permanecemos realmente conscientes de que estamos en este camino, de que nuestra vida aquí en la tierra terminará algún día, y que la muerte es solo una transición, será más sencillo permanecer en el camino correcto. De esa forma, será más fácil perdonar, amar, ser misericordioso, ser bueno porque sabemos que todo es transitorio. Pero cuando nos olvidamos de esto, nos perdemos. Aquel que odia, que es egoísta, que depende de los demás o de las cosas, ya está perdido y no podrá seguir caminando. Por ello, muchas personas hoy en día tienen un vacío interior, están tristes o deprimidas y ya no pueden encontrar un objetivo a sus vidas, porque no quieren seguir el camino que Jesús nos ha mostrado. Cuando María dice que ayunemos, y que el ayuno sea a pan y agua, Ella trata de despertarnos y de ayudarnos a cruzar ese puente, porque a través de los siglos y a través de la historia de la Iglesia, los peregrinos fueron los que pasaron de ciudad en ciudad durante semanas, meses o inclusive años en peregrinación. Los peregrinos son aquellas personas que viajan a lugares donde Dios se ha manifestado, en las peregrinaciones sólo podían llevar comida no perecedera, es decir el pan y junto con el pan el agua. Al escuchar que supuestamente debemos ayunar a pan y agua durante dos días, podemos deducir que la intención de María es hacernos más libres y así nos comportemos como los peregrinos que somos. En este Año del Jubileo, y todos los años desde el principio de las apariciones, el Papa a menudo se ha referido a nosotros como peregrinos e invitó a todos los Cristianos a visitar lugares santos, especialmente en este Año del Jubileo, Tierra Santa y Roma. María, que viene todos los días a Medjugorje, es en cierta forma también una peregrina, y al ser una peregrina ha llevado a muchas personas a peregrinar. Debemos dar gracias por estos 19 años y un mes de Su presencia aquí y porque muchas personas a través de Su presencia han aceptado verdaderamente ser peregrinos porque han aceptado el camino de nuestra fe. Debemos tener siempre presente que nuestra morada eterna está en los Cielos. Luego María dice…
POR ESO… ESTÉN ABIERTOS AL AMOR DE DIOS Y DEJEN EL EGOÍSMO Y EL PECADO
Si realmente amamos a Dios y como consecuencia de ello estamos abiertos a Su amor, el amor de Dios nos guiará por este camino. María está orando para que todos aquellos que aún no han experimentado el amor de Dios, puedan experimentarlo. Aquellos que han experimentado el amor de Dios, sentirán ese anhelo de Dios, y orarán, ayunarán, irán a la Santa Misa y a la Adoración por amor y porque Dios los ama. Así, buscarán a Dios con todo su corazón. Si consideramos la experiencia de San Pablo, él nos dice que le gustaría morir para poder estar con Jesús, pero, si es la voluntad de Dios, también quiere seguir difundiendo el mensaje. Él había tenido experiencias especiales, y por eso pudo escribir que el ojo del hombre no puede ver, que el oído del hombre no puede escuchar y que el corazón del hombre nunca podrá comprender lo que Dios ha preparado para nosotros en el Cielo por amor a nosotros. Cuando el amor de Dios toca nuestro corazón de esa forma, seguramente seguiremos sin descanso el camino de María hacia Jesús. María menciona el egoísmo y el pecado en general como obstáculos en el camino, que pueden cerrarnos al amor de Dios. El egoísmo es encerrarse en sí mismo, depender de uno mismo y colocarse uno mismo en el centro de todo con su propio programa, con sus propios pensamientos y voluntad, sin aceptar los planes que Dios tiene para uno. Toda persona que se comporta egoístamente se ha alejado del camino y, por lo tanto, un día se encontrará en un punto sin salida, con la oscuridad y finalmente con la muerte. El pecado mismo nos aleja de las personas y de Dios y siempre, como resultado del pecado, las personas quedan solas. Uno de los principios fundamentales en el hombre es que la persona queda sola cuando no está haciendo lo correcto. Dios es el Emmanuel, el Dios con nosotros, el Dios que nos acompaña, el Dios que está siempre con nosotros y por eso debemos estar siempre abiertos a Él. María dice…
QUE VUESTRA ALEGRÍA SEA UNICAMENTE EL DESCUBRIR A DIOS EN LA ORACIÓN COTIDIANA
Cuando nos encontramos con alguien que nos ama, estamos contentos; y la alegría siempre está relacionada con el amor. La alegría es el fruto del Espíritu Santo y María nos encomienda una gran tarea: el descubrir a Dios en nuestras oraciones cotidianas. Pero también Ella quiere que le pidamos a Dios que nos dé la gracia de encontrarnos con alegría con Él en nuestras oraciones cotidianas. Podemos pensar en algo que se encuentra en el amor pero que puede parecer una contradicción. Cuando uno ama tiene dos sentimientos contradictorios. Cuando uno ama a alguien siempre está cerca de esa persona a pesar de que esté lejos físicamente – estamos con esa persona con nuestros sentimientos y con nuestro corazón -, nunca tenemos lo suficiente de esa persona amada, por eso siempre sentimos que estamos lejos de ella. Aquí está la contradicción, cuando estamos cerca de ella pero sentimos que estamos lejos, y cuando estamos lejos de ella sentimos que estamos cerca. Esto ocurre especialmente a los Santos y a los verdaderos místicos que siempre vivieron con esta tensión que continuamente los empujaba hacia delante. San Pablo también menciona esto cuando dice que Jesús lo tomó todo, y que él intentaba tomarlo todo y nunca lo lograba. Si Jesús lo tomó todo, ¿qué más podía abarcar San Pablo?
Esta es precisamente la contradicción del amor: lo toma y está cerca de él, y cada vez que esté más cerca de ese amor, lo sentirá más lejos, y verá que no lo puede abarcar.
También debemos pedir por esta gracia. Al final María nos dice…
POR ESO APROVECHEN ESTE TIEMPO Y OREN, OREN, OREN Y DIOS ESTARÁ CERCA DE VOSOTROS EN LA ORACIÓN Y A TRAVÉS DE LA ORACIÓN.
En los mensajes de María hemos recibido constantemente la invitación a orar, esta no es la primera vez que lo hace. Por eso, debemos continuar orando para que podamos aceptar la oración, dedicar tiempo a la oración y dirigirnos constantemente a Dios en la oración, para que podamos sentir su proximidad en y a través de la oración. Es especialmente importante que experimentemos la presencia de Dios en la Confesión y en la Eucaristía. Estamos en pleno verano y muchas personas están de vacaciones. Es precisamente en este momento que debemos dedicar conscientemente más tiempo a Dios. Y al hacerlo, no debemos olvidar que este es también un tiempo para nosotros. Deseo que todos ustedes tengan unas hermosas vacaciones y que descansen mucho. Los invito a todos a que oremos juntos.
Dios Todopoderoso y Eterno, en nombre de Tu Hijo y junto con María, queremos darte gracias por nuestras vidas. También Te damos gracias por nuestro caminar aquí en la tierra y Te pedimos, que nos des la fuerza para permanecer en Tu camino, para que aceptemos a Tu Hijo Jesús, como nuestro camino, nuestra verdad, nuestra luz y nuestra vida, para que encontremos nuestro camino a través de todos los obstáculos, todos los problemas y dificultades y para que caminemos directamente hacia nuestra morada eterna. Danos la gracia de encontrarnos con Tu amor y Tu misericordia cuando crucemos el umbral de la muerte y que Te alcancemos en Tu morada. Despierta en nosotros un profundo deseo de Ti, oh Padre y de Tu amor. Junto con el Espíritu Santo, abre bien nuestros corazones a Tu amor y en nombre de Tu Hijo, renunciamos a todo egoísmo y pecado y a todo aquello que nos impide seguir por el camino hacia Ti. Danos un profundo deseo de descubrirte constantemente en la oración y que éste se desarrolle junto con la alegría de encontrarte como Padre de Jesucristo. A través de la alegría de Tu amor, líbranos de todo dolor, mezquindad, tristeza, depresión y todo sentimiento negativo y danos la fuerza para perdonar y para pedir perdón, para que podamos permanecer fieles en el camino hacia Ti junto con María. Danos a todos un espíritu renovado de oración, para que podamos aceptar con alegría y tomar seriamente esta invitación a orar de Tu Humilde Sierva, y permanecer fieles en la oración. Bendice, oh Padre, a todos aquellos que oran, para que se encuentren Contigo. Bendice a todos los que no oran más y que han tomado el camino equivocado en sus vidas, ilumínalos y dales Tu amor, abre sus corazones para que puedan retornar a Tu amor, para que puedan volver a los brazos paternales del Padre. También te pedimos por las personas que han fallecido en las guerras, en la violencia y accidentes, para que ellos, a quienes Tu has preparado junto con Tu Hijo, puedan llegar a Ti. María ayúdanos a permanecer fieles, para que un día podamos vivir en paz y alegría junto a Ti y a todos los Santos en el Cielo. Que así sea, Amén
Fra Slavko Barbaric
Medjugorje, Julio 27, 2000