Medjugorje – Virgen de Medjugorje

Comentario del Mensaje del 25 de diciembre de 2012

MENSAJE DE JESÚS INFANTE Y DE LA VIRGEN MARÍA REINA DE LA PAZ EN MEDJUGORJE Y REFLEXIÓN DEL P. FRANCISCO ÁNGEL VERAR HERNÁNDEZ

¡Feliz y Santa Navidad, y Feliz y Santo Año de la Fe 2013!

En la última aparición diaria de la Virgen María a Jakov Colo el 12 de septiembre de 1998, se le advirtió que tendría una aparición anual en Medjugorje hasta el fin de su vida en la tierra. Por lo cual, también este año, Jakov tuvo la aparición de la “Gospa” que se verificó a las 14:15 y duró 10 minutos. Como las veces anteriores, también en esta ocasión Jakov vio a la Virgen que cargaba en brazos al Niño Jesús y le confió el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, entréguenme su vida y abandónense completamente a mí para que pueda ayudarlos a comprender mi amor materno y el amor de mi Hijo hacia ustedes. Hijos míos, yo los amo inmensamente y en particular hoy, en el día de la Natividad de mi Hijo, deseo recibir a cada uno de ustedes en mi Corazón y entregar sus vidas a mi Hijo. Hijos míos, Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia, pero muchos de sus corazones han sido aprisionados por el pecado y viven en las tinieblas. Por tanto, hijos míos, no esperen más, digan no al pecado y entreguen sus corazones a mi Hijo, porque solamente así podrán vivir la misericordia de Dios y, con Jesús en sus corazones, emprender el camino de la salvación”.

1. Entregar la vida a María.

El mensaje que la Virgen ha dado en ocasión de la Navidad se puede dividir en tres partes. Al inicio hace una invitación que ha hecho en innumerables mensajes y que hay que tomarla a partir de su condición de Madre de la humanidad. El Concilio Vaticano II en la Constitución Lumen Gentium afirmó: “Esta maternidad de María en la economía de gracia perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prestó fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna” LG 62. De ahí pues, que la Madre de Dios desde el Cielo, está cumpliendo con la misión materna que la Santísima Trinidad le ha encomendado, por tanto, una vez más solicita a sus hijos —creyentes o no creyentes— que se acerquen sin temor a beber en la fuente de Su Corazón Inmaculado, que tengan las puertas del corazón abiertas de par en par para que reciban las gracias que Ella tiene reservadas a sus predilectos.

En el arco de la vida de cualquier ser humano en la tierra, pueden darse muchas experiencias gratificantes de amor, desde las que cimientan sus raíces en la familia de origen, hasta aquellas con las que ha soñado establecer una unión indisoluble. No obstante, a la par, hay que considerar que —fuera de la Trinidad Santísima— no puede existir en la tierra un amor tan gratificante, puro y santo como el que la Santísima Virgen María tiene para cada uno de sus hijos. Sin embargo, muchos no conocen este amor y por eso una vez más, la Madre vuelve hacer la invitación. De tal manera que las almas pueden acercarse a Ella sin temor y hacer la experiencia que el mismo Jesús hizo cuando descendió a nosotros a través del vientre inmaculado de María Santísima. San Luis María Grignion de Montfort escribió: “Cuando María ha echado raíces en un alma, realiza allí las maravillas de la gracia que sólo Ella puede realizar” TVD 35. Por tanto, no se debe dudar en acoger a María y tenerla como fiel compañera y Madre. No se debe dudar en amarla y vivir en gracia junto a Ella, porque por medio suyo se reciben gracias especiales y por medio de Ella se llega eficazmente a Jesús.

La persona que ama a María y tiene a María en su corazón, también amará a Jesús y tendrá a Jesús en su corazón. Porque la Virgen es siempre el camino fácil, corto, perfecto y seguro para llegar al Salvador, y para vivir junto a Él, y la Madre quiere que todos vayamos a Jesús por el mismo medio que Él utilizó para llegar a nosotros: María. No puede existir entonces, otro medio mejor que el que Dios mismo utilizó para llegar a nosotros. Por lo que hay que concluir: si aceptamos a María como Madre y Reina de nuestros corazones y vivimos en profunda amistad con Ella, también aceptaremos a Jesús como Señor y viviremos en profunda amistad con Él. Es esta la razón del porqué María desde el Cielo, busca a sus hijos: para que Él reine y gobierne el corazón de todos; como efectivamente reinó y gobernó el suyo: en Belén, en Egipto, en Nazaret,

en Caná, en Cafarnaúm y en Jerusalén. Por tanto, el corazón que se abre de par en par a María, recibe también a Jesús, y Él establece en él Su morada: reinará y gobernará su alma y vivirá permanentemente en Él toda vez que a razón del Bautismo, reinará en las alegrías y en las tristezas, en la salud y en la enfermedad, y a lo largo del curso de su vida en la tierra y a la hora de su muerte introducirá su alma en el Paraíso donde podrá contemplar cara a cara, el Rostro Divino de Dios y el rostro amantísimo de Su Santísima Madre. Como diría Montfort: “¡Toda lengua enmudezca!”

2. Jesús a todos ama y concede la gracia de vivir en Su Misericordia.

El amor de María hace posible que el alma experimente en plenitud el amor de Su Hijo, que Jesús llamó fuego ardiente, llama viva de amor, manantial de aguas vivas. ¡Qué pena que muchas almas mueran en pecado sin haber experimentado nunca en la tierra el amor inconmensurable del Sagrado Corazón de Jesús y el inmenso amor de María! Nótese que María viene a la tierra a darnos con Su amor la llave para penetrar en la cerradura del Divino Corazón del Redentor: “deseo recibir a cada uno de ustedes en mi Corazón y entregar sus vidas a mi Hijo”. Es este el principal “secreto de Medjugorje” que desde el principio la Madre reveló: es posible la vida plena en la tierra con Jesús por manos de María. Quien tiene a Jesús en la tierra nada le falta, nada anhela… sólo vivir con Él en el Paraíso por la eternidad, porque Jesús se hizo Todo en su vida y sólo Él fue el deleite de su corazón para exclamar como san Pablo: “todo cuanto el mundo me ofreció lo estime basura.”

María dice en el mensaje de este mes algo que debe resonar profundamente en el corazón de todos en esta Navidad, y en el curso del 2013 —que no puede pasar por inadvertido al ser humano—: “Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia”. Considérese, que sólo esta expresión bastaría para vivir en este mundo como el ser más feliz de todos los mortales. Pero la gente no la entiende, no la asimila. Se asimila más las informaciones que vienen de los medios de comunicación social, de las noticias y del deporte de cada día. Por desgracia, atrae más navegar por internet y sentirse conectado a una máquina electrónica de por vida que vivir conectados con Jesús y María por medio de la oración porque muchos en esta Navidad han sentido que la electrónica por fin llenará sus vidas —las tabletas electrónicas y móviles sofisticados—, no Jesús. Y no es que una cosa se oponga a la otra, sino que se busca la felicidad por medio de la comunicación con el ser humano y la adquisición del conocimiento al instante y se pasa por alto que el Único que puede llenar el corazón de alegría, paz y amor es JESUS, sólo JESUS. JESÚS y nadie más que Él. Esto no lo pueden escuchar muchos, les duele, les incomoda, porque toca sus intereses. La Virgen María, sin embargo, revela a cada ser humano que la fuente de la vida está sólo en Jesús. En efecto ha dicho: “Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia”. Estas palabras deben sacudir las conciencias de toda la humanidad, María afirma que Su Hijo no hace acepción de personas porque a todos ama por igual; que está dispuesto a perdonar a todos sus pecados como el sanar las heridas que los mismos han dejado en su corazón. Y también ha sostenido que la respuesta concreta para cada hombre en la tierra la tiene sólo Jesús y que Él concede la gracia sin medida para vivir en Su Misericordia. Ahora, tú debes dejarte conducir por Él y permitirle que transforme tu corazón y lo haga feliz, como transformó el corazón de María, el cual siendo Inmaculado, al descender Jesús a él, le dio un nuevo giro a su vida. Así Jesús también quiere darle en este nuevo Año un nuevo giro a tu vida, permite ahora que Él te transforme y te conduzca por el camino de la verdad que sólo Él posee.

3. Decir “NO” al pecado y entregar el corazón a Jesús.

María, por último, también ha dicho en esta Navidad el porqué muchos corazones no se rinden a Jesús y a Ella: porque se dejan aprisionar por el pecado. Es horrible que esto suceda después de 2013 años de celebrar el Nacimiento del Redentor: que la gente se deje aprisionar por el pecado en lugar de entregar la vida a Jesús. Esto se podría esperar de los no cristianos más no de lo que a razón de su bautismo se consideran discípulos y misioneros de Jesús. Por lo que la Madre ha sido muy clara: “muchos de sus corazones han sido aprisionados por el pecado y viven en las tinieblas”. Entonces, no queda más que enjugar las lágrimas que la Virgen derrama por las almas que se pierden en pecado y hacer reparación. Así actúa el verdadero discípulo de Jesús y de María, porque mientras muchas almas buscan cambiar de vida y acercarse a Jesús, tantas otras —¡quizá la mayoría!— permanece indiferente; lo que no puede ocurrir. Porque no se le puede dar la espalda a cuanto Jesús hizo y padeció por nuestra salvación. Decir “No” al

pecado es iniciar una vida nueva, significa acercarse al sacerdote y llorar de corazón los pecados cometidos, hacer reparación y pedir perdón para iniciar una vida nueva. Recuérdese que Jesús da la gracia para hacerlo. La Virgen ha dicho: “Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia”. ¡Viva Jesús, viva María!

MENSAJE DE JESÚS INFANTE DEL 25 DE DICIEMBRE DE 2012

La segunda aparición de la Virgen se dio a las 17:40 a Marija, Ivan y Vicka, que siguen teniendo la aparición cotidiana. He aquí las palabras que remite la vidente Marija Pavlovic Lunetti:

“La Virgen vino con el Niño Jesús en brazos y no dio ningún mensaje, pero el Niño Jesús comenzó a hablar y dijo: “Yo soy vuestra paz, vivan mis mandamientos”. Con la señal de la Cruz, la Virgen y el Niño Jesús, juntos, nos bendijeron.”

Este segundo mensaje, es impresionante, tanto forma como en estilo, porque de suyo ha cambiado el patrón de 31 años y 6 meses: en lugar de hablar la Virgen habló Su Hijo. La vidente Marija Pavlovic Lunetti relató su experiencia a Radio María de Italia, minutos después de la aparición, de esta manera:

Marija: “Estuvimos todos sorprendidos, para mí ha sido una fuerte emoción, y después de la aparición comencé a llorar; normalmente estoy alegre. También en esta ocasión estoy alegre, pero ha ocurrido algo extraordinario, me conmueve mucho… el Niño Jesús nos ha bendecido, y por primera vez, en realidad, nos ha hablado. Como cada año, la Virgen llegó con el Niño Jesús. Yo le encomendé a la Virgen las intenciones; como normalmente hago y esperaba que la Virgen diera el mensaje. Sin embargo, la Virgen permaneció en silencio, Jesús se enderezó y se ha manifestado como el “Rey de la Paz”… y con autoridad ha dicho estas palabras, aún permaneciendo niño… Por primera vez Jesús me ha hablado. En Medjugorje Jesús nunca ha hablado.

Jesús ha hablado con gran autoridad y con un tono que permanece fuerte dentro de ti, he escuchado la voz del Niño Jesús, pero no era ya como un niño de pocos días de nacido, sino un Jesús que, aún así pequeño, recién nacido, si alzó… Hasta ahora, la única experiencia extraordinaria que habíamos tenido con el Niño Jesús fue cuando nos guiñó el ojo.”

P. Livio Fanzaga: “Jesús si ha enderezado como vemos en algunos bellos iconos: el Niño es pequeño pero se ve con una gran autoridad, en aspecto real.”

Marija: “Exactamente; propiamente así.”

P. Livio: “¿Qué cosa debemos pensar en relación a este hecho? “

Marija: “Yo no me lo esperaba algo así. Podría esperarme que la Virgen me dijera que no aparecerá más o algo parecido… Desde hace 31 años la Virgen aparece en cada Navidad con el Niño Jesús en brazos. Sin embargo, es la primera vez que el Niño Jesús ha hablado.”

P. Livio: “Pero ha dicho palabras extraordinarias, ha dicho “Yo soy la paz”. Los teólogos saben muy bien que cuando Jesús en el evangelio dice: “Yo Soy”, es la reivindicación de una autoridad divina “Yo soy aquel que soy” (dijo el Señor a Moisés, Ex 3,14). “Yo Soy” también es un expresión que Jesús usa para señalarse de esta manera como Dios: “Yo Soy la paz”. Y luego, “Vivan mis mandamientos”. Es un Niño que habla con autoridad divina… es lo que golpea mucho en este mensaje.”

Marija: “Me ha golpeado muy fuerte. Esta noche después de la aparición he llorado. Me ha sucedido otras dos o tres veces, pero esta vez me ha golpeado mucho y también en este momento estoy buscando como asimilar lo que he visto.”

Frente al episodio inusual que Jesús infante ha hablado por primera vez en Medjugorje, ¿Qué se puede comentar?

Se empieza por afirmar que la exhortación que Jesús ha dado en esta ocasión, más clara y determinante no ha podido ser y aunque el mensaje es sí no sea novedoso —porque la Iglesia tiene 2000 años de anunciarlo—, es novedoso que Jesús haya tomado la palabra para hablar; justo después de 31 años que los videntes lo ven venir en Navidad. Pero ¿por qué habló ahora y no antes? Tal vez, los 31 años y medio de apariciones diarias de la Virgen, fueron una preparación para escuchar este mensaje de Navidad y porque nos podemos estar acercando hacia el fin de las apariciones diarias y la realización de los “secretos” que la Virgen ha confiado a los videntes.

La primera parte del mensaje del Señor dice: “Yo soy vuestra paz”. Seguramente, al decir esto Jesús se está refiriendo a que muchos de sus discípulos no viven la paz en su corazón como deben, debido al activismo, al pecado o a la pérdida del sentido de la fe, pero al recordar hoy que sólo Él es la fuente de la paz y la paz misma, no queda más que entregarse a Él con todas la fuerzas e iniciar el camino que el Señor espera de sus discípulos. Pero, hay que observar además, que también el mensaje puede ser una contundente llamada a la humanidad, para que las naciones se abran más a Él y a sus Mandamientos antes de regresar como Juez universal de vivos y muertos. Y en tal caso, el mensaje tendría una marcada connotación social e internacional. De todos modos, se debe recordar, que según el mismo evangelio, Jesús es el único Rey de la Paz y Señor de la Historia, y fuera de Él no hay otro Nombre dado a los hombres porque el que la humanidad pueda salvarse.

La segunda parte del mensaje también es significativa: el Señor ha pedido que se vivan sus mandamientos, ha hablado con suma autoridad, la que ha recibido del Padre dada su condición de Redentor del género humano. Pero nótese, que para vivir los Mandamientos es obvio que hay que acercarse a ellos y estudiarlos, por lo que no se descarta que la exhortación de Jesús tenga también que ver con el nuevo Año de la Fe que la Iglesia dedica al 2013. El Papa ha pedido que a lo largo de este Año se estudie y se profundice el Catecismo de la Iglesia Católica, el documento oficial que mejor expone y profundiza los mandamientos de Jesús. El Papa ha dicho: “Precisamente en este horizonte, el Año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica” PF 11.

Por último, se puede observar que al final de la aparición la Virgen y el Niño Jesús imparten juntos la Bendición y la Virgen no se despidió con su tradicional: “Gracias por haber respondido a mi llamada.” Tal vez porque de esta manera los dos, Madre e Hijo, quieren hacer comprender que con la Bendición de ambos se puede aceptar y poner en práctica lo que Jesús ha declarado y a solicitado.

La aparición del Niño Jesús y de Su Madre, es un gran regalo de Dios a la humanidad en el Año Santo de la Fe, hermoso icono sobrenatural que inspira a la Iglesia a mirar más de cerca a Jesús junto a Su amadísima Madre.

Mensaje extraordinario de la Virgen María el 28 de diciembre en la Colina de las Apariciones

El 28 de diciembre hubo una aparición extraordinaria de la Virgen en la Colina de las Apariciones de Medjugorje por medio del vidente Iván. Ante innumerables fieles, la Virgen dio el siguiente mensaje que explica por sí mismo, el mensaje de Jesús infante del 25 de diciembre.

“Queridos hijos, también hoy deseo invitarlos a la alegría. Los invito de nuevo a la alegría. Al mismo tiempo los invito a la responsabilidad. Queridos hijos, acojan responsablemente mis mensajes y vivan mis mensajes, porque viviendo mis mensajes deseo conducirlos a Mi Hijo. En todos estos años en que he estado junto a ustedes, mi dedo señala a Mi Hijo, a Jesús, porque deseo entregar a todos ustedes a Él. Por lo tanto, durante los días siguientes, su tarea es plantearse la siguiente pregunta: “¿Qué puedo hacer para que mi corazón esté más cerca de Jesús?”; “¿qué debo abandonar, que debo rechazar para que mi corazón esté más cerca de Jesús?” Queridos hijos, Yo oro por todos ustedes para que vuestra respuesta sea: “¡Deseo estar cerca de Jesús! ¡Gracias queridos hijos, porque también hoy han respondido a mi llamada y han dicho “SI”!”

Al final la Virgen oró por los sacerdotes y las vocaciones de la Iglesia.

El mensaje de este 28 de diciembre profundiza y esclarece el de la Navidad, y despeja la incertidumbre de que la Madre continuaría apareciéndose sola o en compañía de Jesús. El mensaje se puede dividir en 3 partes.

1. Invitación a la alegría

La Navidad es por excelencia la Fiesta de la alegría pero lo cierto es que muchos fieles no viven esta virtud, probablemente, porque en lugar de acudir a Jesús sabiendo que sólo Él es la fuente de la verdadera alegría, insisten en buscarla por otros medios. Cuando la Virgen dice: “hoy deseo invitarlos a la alegría. Los invito de nuevo a la alegría” es otra manera de invitar a sus hijos a poner a Jesús en el primer lugar del corazón, porque cuando Jesús reina en el corazón reina la alegría, reina la paz y reina el amor. Pero eso no significa que no se tenga que luchar a cuanto se opone a la alegría, porque inclusive el combate puede aumentar, y quizá por ello la Virgen invita a vivirla. Por lo tanto, para vivir la alegría también hay que saber combatir las oposiciones que pudieran venir, porque Dios quiere que el ser humano sea feliz y los santos han dado ejemplo de ello, al punto que se pudiera afirmar que las personas más felices de la tierra han sido precisamente ellos, y si imitamos los santos, también podemos ser felices, porque santidad y felicidad son sinónimos: sin alegría no hay santidad y sin santidad no puede haber alegría. Jesús dijo: “Felices los mansos, felices los humildes, los de corazón puro, los misericordiosos, los que trabajan por la paz”. De esta manera, Jesús reveló que el secreto para ser feliz, está, precisamente, en el evangelio. Hoy muchos no lo saben y por eso el cristiano lo debe recordar con el ejemplo de su vida. Por tanto, al inicio del año hay que abrir el corazón y pedir el Espíritu Santo, para que del mismo modo que hizo a Jesús alegre en este mundo, nos haga alegres a todos y podamos decir como María: “mi espíritu se alegra e Dios mi salvador”.

2. Invitación a vivir responsablemente los mensajes.

También la Madre ha enfatizado una vez más la importancia de tomar con seriedad sus mensajes. Con seguridad, podemos afirmar que al observar desde el Cielo a sus hijos se da cuenta que muchos no responden como deben. No está de más resaltar una vez más, que la Virgen no desciende cada día del Cielo a la tierra a hacer turismo o porque no encuentre ocupación en el Paraíso. Recuérdese que desde el principio de las apariciones hizo referencia a que Dios la había enviado para ayudarnos e interceder extraordinariamente por la paz del mundo, la reconciliación de la humanidad y llenar de fervor a la Iglesia. Por tanto, permanecer indiferente a las llamadas de la Virgen es permanecer indiferente a los signos extraordinarios que el mismo Dios envía para ayudarnos. Hace 31 años la Madre dijo: “Tomen en serio mis mensajes y sepan que Dios no juega con la humanidad.” Por tanto, vivir responsablemente los mensajes significa decidirse por la paz, por el amor, por la reconciliación de los hombres y tomar cada día la corona del Rosario en mano —por lo menos tres veces—. También significa acudir diariamente a la Eucaristía, leer y meditar la Sagrada Escritura, ayunar los miércoles y viernes a pan y agua, y practicar la Confesión mensual. También abrirse a la oración comunitaria —grupos de oración— y sobre todo: trabajar con responsabilidad en la conversión personal, que para María es el mensaje más importante. Por otro lado, hay que estar pendiente cada mes de lo que la Madre volverá enfatiza, como por ejemplo: el amor al prójimo, la paz del corazón, la virtud de la pureza, de la alegría, de la fe, de la esperanza…

3. Entregar el corazón a Jesús y vivir junto a Él.

La tercera parte del mensaje es la más importante y expresa la razón de la venida de María: que los fieles permanezcan junto a Jesús y que liberen el corazón de cuanto pueda ser obstáculo para ello. La Virgen propone, por medio de dos interrogantes, un pequeño programa o ejercicio de introspección, como un análisis serio de discernimiento a fin de purificar la voluntad y decidirse por la santidad. La primera

interrogante está en función de cuanto humanamente se puede hacer para que el corazón esté siempre cerca de Jesús. Y la segunda, conlleva a liberar las ataduras de cuanto impide vivir en plenitud la conversión.

Como cada ser humano es diferente, la pregunta se la debe formular cada uno, a fin de descubrir que impedimentos reales impiden vivir la santidad en plenitud. En algunos pudiera ser la falta de disciplina espiritual, o de motivaciones causadas por la falta de oración, la poca vida espiritual, el activismo o la vida de pecado. Pero en otros pudiera ser la falta de decisión personal por Jesús y su proyecto de vida, que se acentúa por las crisis existenciales, los escándalos de la Iglesia, o quizá la vida materialista, consumista o hedonista… No obstante, lo fundamental es que cada cual se interrogue a sí mismo y las fiestas de inicio de año no deben distraer esta llamada.

La Madre termina el mensaje pidiendo que sus hijos oren por esta intención al momento de asegurar Ella su oración para que la respuesta de sus hijos sea determinante.

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