P. Livio: Queridos amigos, ahora tenemos en directo a Marija de Medjugorje que nos comunicará el mensaje de la Reina de la Paz de hoy día 25 de agosto de 2020.
P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!
Marija: ¡Buenas tardes padre Livio! Un saludo a todos los oyentes de Radio María. Hoy, como cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:
“Queridos hijos: este es un tiempo de gracia. Estoy con vosotros y os llamo nuevamente, hijos míos: regresad a Dios y a la oración hasta que la oración se convierta en alegría para vosotros. Hijos míos, no tendréis futuro ni paz mientras en vuestra vida no iniciéis la conversión personal y un cambio hacia el bien. El mal cesará y la paz reinará en vuestros corazones y en el mundo. Por eso, hijos míos, orad, orad, orad. Estoy con vosotros e intercedo ante mi Hijo Jesús por cada uno de vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
P. Livio: Marija, nos sorprende la apertura de este mensaje, a nosotros que vivimos siempre preocupados y con tanto miedo, mientras que la Virgen dice que este es un tiempo de gracia. ¿Qué quiere decir?
Marija: Sí, nosotros vivimos con el pánico por lo del virus y la Virgen, en cambio, nos dice que es un tiempo de gracia, tiempo de conversión, tiempo de retomar la oración. Ella nos dice que sigue estando con nosotros y nos sigue invitando a volver a Dios, a volver a la oración hasta que esta se vuelva alegría. Es decir, la Virgen lee nuestros corazones y conoce bien nuestras experiencias, nuestras inquietudes y sabe muy bien que solo volviendo a Dios seremos felices y positivos. Esta fuerza la encontramos solo en Dios, porque con Dios tenemos el bien en el corazón y vemos el bien en el prójimo. Yo creo profundamente que es así. La persona que pone a Dios en primer lugar quiere decir que ha decidido orientar su vida al bien, ese bien que Dios quiere, ya que Él es el máximo bien. Dios nos ha creado y nos ha dado la vida eterna con la muerte de Jesús. Ser conscientes de que este es un tiempo de gracia, es ya una gracia. Ser conscientes de que somos elegidos, de que somos hijos de Dios, de que estamos invitados a esa felicidad, es la gracia. La situación actual de la pandemia nos está quitando la alegría y la Virgen quiere que seamos alegría para los demás y para nosotros mismos. Cada día debemos intentar mejorar en ello.
P. Livio: Sí Marija, pero me parece que cuando la Virgen nos recuerda que está con nosotros, es porque no somos conscientes de la gracia que es el hecho de que cada día se abra el Cielo y la Virgen descienda a la Tierra y nos traiga su paz y su palabra. Es decir, que no somos conscientes de la importancia de estas apariciones cotidianas de la Virgen, que están durando ya casi cuarenta años.
Marija: Sí, esta es la belleza, que estamos viviendo un tiempo de gracia, aunque se trate también de un tiempo de grandes pruebas. Al principio de las apariciones había la ideología del comunismo, pero ahora hay otras ideologías que nos quieren inculcar. La Virgen nos llama a volver a Dios, a sus mandamientos para vivir con rectitud. Si nos acostumbramos a caminar torcidos, toda nuestra vida será tortuosa. Dios nos ha dado los mandamientos como una guía a seguir para ser felices. Si creemos profundamente en ello, no temeremos nuestro futuro porque Dios está en todo. Incluso esta pandemia que vivimos es una invitación, una prueba, porque del mismo modo que se prueba el oro con el fuego, también a nosotros nos está probando con la dificultad, pero al mismo tiempo nos llama al bien. La Virgen nos invita a la oración del corazón y nos repite que quien ora, no tiene miedo al futuro.
P. Livio: Efectivamente Marija, como tú dices, la Virgen nos insiste, desde hace ya varios meses, en el mensaje del 25, a volver a Dios, a volver a los mandamientos. ¿Te parece que con esta pandemia la gente está volviendo a Dios, o no? Porque si nos fijamos en nuestras iglesias, una vez reabiertas, solo el treinta por ciento de los fieles ha vuelto a ellas a orar. ¿Te parece que ha provocado un aumento de la fe, o bien lo contrario?
Marija: Depende. En Medjugorje y alrededores, por ejemplo, muchas familias han vuelto a la oración, también gracias a los muchos grupos de oración que sirven de conexión y guía. Pero la verdad es que hay mucha confusión en estos momentos, sobre todo con esta excusa del miedo, tanta gente ya no va a la iglesia. Nos están inculcando esta ideología, ese mensaje negativo de que llevamos el “Covid” a los demás y parece que el contagio se encuentre solo en la iglesia. Por esto, la Virgen nos llama a la conversión personal. Ahora, tener fe no entra en la modernidad, como en tiempos del comunismo que querían inculcarnos que la fe era cosa de nuestros abuelos, no nuestra. Es como si tuviéramos que demostrar que somos más inteligentes, ya que la fe nos la pintan como algo troglodita. Cuando tenemos un encuentro personal con Dios, no hay ideología, huracán o pandemia que nos pueda detener. Si empezamos a cambiar el mal por el bien, el fruto será la alegría en Cristo y reconoceremos la riqueza de ser cristiano, de ser salvado por Cristo en la Cruz y ser conocedor de que nunca moriremos. ¡Esta es nuestra fe! Sabemos que hubo mártires que cantaban mientras iban a la muerte porque sabían que ese no era el fin. Referente a la pandemia, obviamente debemos ser prudentes porque el mal está ahí, pero no debemos tener miedo porque la Virgen nos dice que este es un tiempo de gracia. Yo esta tarde, mirando el mensaje, he pensado que no había nada nuevo, nada que no hubiera dicho antes, como lo de: “Orad, orad, orad”. ¿Cuántas veces lo habrá dicho? Pero ¿cuántas veces le hemos hecho caso?
P. Livio: Leyendo el mensaje, lo que más me ha sorprendido es ver que mientras nosotros, que nos encontramos frente a una situación social y política mundial en la que nos sentimos impotentes para resolver los problemas, casi hundidos por la gravedad de las cosas, la Virgen nos dice que todo se puede cambiar empezando con la conversión personal y que depende solo de nosotros.
Marija: Exactamente. “El mal cesará y la paz reinará en vuestros corazones y en el mundo.” Esto es lo que me ha dado esperanza esta tarde. Convirtámonos, pensemos en cambiar nuestra vida y el mal cesará. El mal que hoy puede ser la pandemia, pero hay tantos otros males en la sociedad actual. Por ejemplo, ¿cómo podemos ver normal que conviva como pareja una chica de quince años con un hombre de setenta que podría ser su abuelo? ¿Qué podemos decir de la información en general, de las llamadas fake news? ¿Cuánto hay de real? ¡Hay demasiada confusión! ¡Este es el verdadero problema!
P. Livio: Marija, yo encuentro que a través de los mensajes de la Virgen, nosotros somos capaces de ver cómo es la situación en el mundo. Es decir, la parte espiritual, moral y existencial, por lo que podemos ver claramente como están las cosas. Desafortunadamente, la Virgen nos ha dicho que Satanás reina y quiere destruir nuestras vidas y el mundo en el que vivimos. Por esto, nos dice: “Orad, orad, orad.”
Marija: Sí padre Livio. Sobre todo, cuando la Virgen dice: “Orad, orad, orad” es como decirnos que cuenta con nosotros. Ella nos enseña el valor de la oración. La oración no es una técnica, como puede ser el yoga. La oración, cuando viene del corazón, produce el verdadero encuentro con Dios, el encuentro con el Creador y allí se encuentra nuestra seguridad. La Virgen nos ha dicho muchas veces que con el ayuno y la oración, incluso las guerras podremos detener. Lo hemos experimentado. En el tiempo de guerra, la Virgen nos decía: “Orad y ayunad.” Me acuerdo que el arzobispo de Split me decía que cuando empezó la guerra, él comenzó a vivir los mensajes de la Virgen. Esa ciudad podía arder con un solo fósforo ya que estaba llena de munición. Llegó un momento en que los que eran contrarios a él se preguntaron qué podían hacer con todas esas armas si no querían que sirvieran para matar a más personas. Así pues, esos hombres que habían hecho siempre la guerra con él, porque eran comunistas, fueron a verle de noche para pedirle ayuda. El arzobispo les propuso echarlo todo al mar para evitar su uso. Esto fue lo que hicieron y así fue cómo se salvó la ciudad de Split. El arzobispo me dijo que había ayunado y orado para la salvación de su ciudad. Ni una sola persona de esa ciudad murió a causa de la guerra. Y como este, tenemos otros muchos testimonios. Cuando se confía y se reza, el Señor nos escucha. No porque Él esté dormido sino porque cuando somos capaces de abrir nuestro corazón, Él actúa. Por esto, ya que la Virgen nos insiste tanto en orar, creo que debemos hacerlo, debemos convertirnos y así poder sembrar el bien.
P. Livio: La oración es el arma más poderosa que la Virgen tiene en sus manos. Tú Marija, como madre de familia que eres, ¿cómo concretarías la oración cotidiana? Con las oraciones que nos indica la Virgen como el rosario, obviamente con la Santa Misa, pero debemos intentar santificar también todas las cosas sencillas, también las materiales, con el Amor de Dios.
Marija: Exactamente. Porque todos somos humanos y nos encontramos en una batalla continua entre lo humano y lo divino. El Señor nos llama más a lo divino que a lo humano. Desafortunadamente, el mundo nos lleva a lo humano y esta es la batalla interior de cada uno de nosotros. Pero la persona que ora, aumenta en ella el deseo de orar, de santificarse. La Virgen nos dice que todos estamos llamados a la santidad. Es verdad que mientras tanto vivimos en un valle de lágrimas en el que sufrimos, nos preocupamos, luchamos y en el que a veces tenemos que callar cuando preferiríamos gritar. Me acuerdo de mi madre, en tiempos del comunismo, al inicio de las apariciones las autoridades nos amenazaban, nos llevaban al hospital, etc. y al poco tiempo escuchamos en televisión una noticia sobre la corrupción de esos políticos y ella dijo que eran unos ladrones. Yo discrepé diciéndole que no todos eran iguales, pero ella me respondió que si una persona es honesta hace el bien en cualquier lugar y ellos no lo habían hecho con nosotros. Me acuerdo también de que una vez hablé con un doctor abortista de un hospital importante de Italia. Me dijo que si no lo hacía él, a saber donde iría esa chica y quién sabe cómo se lo harían y quizás no podría tener más hijos. A esto, yo le dije que eran solo excusas y discutimos fuertemente llegando a aceptar que un hijo es un don de Dios y si, por la razón que sea, esa madre no quiere a ese hijo, lo puede dar en adopción a otra familia que no puede tenerlos. Se trata de buscar un equilibrio en todos los sectores de la vida: en la política, en la sanidad, en la información, etc. También en muchas familias falta el equilibrio, el equilibrio de la Sagrada Familia: San José, la Virgen María y Jesús. Si no hay el respeto de un hijo hacia el padre, de una esposa hacia el esposo o del esposo hacia la esposa, no hay más que confusión y todo por una excusa llamada libertad. Deberíamos hacer un listado de las cosas realmente importantes. Me acuerdo que una vez me regalaron un texto para pedir perdón. Es decir que yo, por ejemplo, en el periodo del Covid en casa, tener la humildad de reconocer cuando me había equivocado, sobre todo estando en casa, porque no se podía simplemente abrir la puerta y salir a la calle. Estando tanto tiempo juntos en casa, es fácil discutir o enfadarse, pero pedir perdón no es solamente un gesto de humildad, sino también una oportunidad de crecimiento personal.
P. Livio: Marija, quería decirte que yo, al igual que tú, el mensaje de hoy lo he sentido como una llamada a decidirse personalmente ya que la Virgen nos dice que el mal del mundo puede cesar con nuestra conversión. ¿Qué decisiones concretas nos recomiendas tomar después de este mensaje y para este mes?
Marija: Cuando la Virgen nos dice que empecemos por nuestra conversión, significa volver a Dios, volver a la oración, volver a los sacramentos. El mensaje principal de la Virgen es la paz, porque Dios es la paz. La Virgen nos pide oración, nos pide el ayuno, sobre todo el ayuno del pecado y de todas las obras del Maligno. Nos pide el sacramento del perdón, que es la paz con Dios y la Santa Misa como culmen. La Virgen nos ha dado las cinco piedras contra Goliat. Recordemos que sin Dios no tenemos ni futuro, ni vida eterna. Se puede hablar mucho, pero solo con humildad podremos reconocernos pecadores y necesitados de la ayuda de Dios. Todos los días le ruego a Dios por el fin de esta pandemia y por sus consecuencias. Orando encontraremos la paz en el corazón, ya que no debemos olvidar que Dios vencerá. La Virgen está con nosotros en este tiempo difícil y nos quiere llevar a Su Hijo Jesús que nos salva. Este es el mensaje más importante. El Señor es nuestra esperanza en la dificultad. Todo pasa, pero ¿qué lección habremos aprendido de ello?
P. Livio: Marija, hay una cosa que me ha hecho gracia en el mensaje de hoy y es que la Virgen al inicio dice: “Estoy con vosotros” y lo vuelve a repetir hacia el final. Ella nos quiere tranquilizar como diciendo que, pase lo que pase, Ella está con nosotros. Debo decirte que yo así me siento mucho más tranquilo.
Marija: Sí, parece como si la Virgen nos preguntara si lo hemos entendido o no.
P. Livio: Sí, sí. Gracias Marija, y si te parece pasamos a la oración y te encomiendo a todos los oyentes de Radio María.
Marija: Gracias a ti padre Livio y siempre unidos en la oración ofrezcamos a la Virgen y al buen Dios todos nuestros pequeños sacrificios y nuestras oraciones para que el Señor nos libre y nos ayude en el camino hacia el mes de septiembre en el que dicen que la pandemia volverá. Oremos para que Dios nos libre de ella y nos dé la serenidad y la libertad de movernos ya que aquí en Medjugorje no hay peregrinos por esta causa. Oremos pues para que se haga la voluntad de Dios, ya que Él todo lo puede. El próximo gran evento en Medjugorje será la Santa Misa en la colina del Krizevac, miremos pues la Cruz como nuestra esperanza. Unidos en la oración roguemos a María que se cumpla su proyecto a través de esta presencia extraordinaria que nos viene guiando durante todos estos años.
P. Livio: Gracias de todo corazón Marija.
TRADUCCIÓN: Equipo de traductores de la Asociación Amor de Déu